Mundo

Siria: mueren 23 civiles tras bombardeos


Ataques aéreos provocaron hoy la muerte de 23 civiles en uno de los últimos bastiones del grupo Estado Islámico (EI) en Siria, informaron medios estatales y activistas opositores, mientras milicias locales apoyadas por Estados Unidos anunciaron la reanudación de su campaña para expulsar a los extremistas de esa región.

La ONG Observatorio Sirio de Derechos Humanos dijo que no quedó claro si los bombardeos en la provincia de Hasaka, en el extremo noreste de Siria, fueron lanzados por la coalición anti-EI liderada por Estados Unidos o por la Fuerza Aérea de Irak, que ha atacado a los yihadistas en Siria.

El Observatorio dijo que 10 niños, seis mujeres y siete ancianos murieron en los ataques, que se registraron al sur de la localidad de Shadadi.

La agencia de noticias estatal siria SANA cifró los fallecidos en 25, todos civiles, y acusó de los bombardeos a la coalición encabezada por Estados Unidos.

Los ataques ocurrieron en una zona donde las Fuerzas Democráticas de Siria (FSD), una coalición de milicias rebeldes liderada por un grupo kurdo, combate al EI con respaldo de Estados Unidos, que le proporciona apoyo aéreo y posee a cientos de asesores militares sobre el terreno.

En un comunicado, la coalición estadounidense dijo que los informes iniciales apuntan a que no hubo ningún bombardeo en la zona donde se denunciaron los mortales ataques aéreos.

En la vecina provincia de Deir Ezzor, una vocera de las FSD, Lelwa Abdullah, anunció hoy el lanzamiento de la última fase de la operación para echar al EI del este de Siria.

La portavoz agregó que las FSD «liberarán esas áreas, tomarán control de la frontera sirio-iraquí y pondrán fin a la presencia del EI en el este de Siria de una vez y para siempre», informó la cadena de noticias CNN.

Cientos de combatientes de las FSD habían sido replegados y enviados al oeste de Turquía a principios de año luego de que tropas de Turquía atacaran el enclave sirio-kurdo de Afrin, lo que había dejado en suspenso las operaciones contra el EI en el este de Siria.

Abdullah dijo que los ataques del EI se incrementaron en la zona en semanas recientes, sobre todo cerca de la frontera con Irak, como parte de los esfuerzos de los yihadistas de reagruparse tras sufrir reveses militares y perder la mayor parte de los territorios que llegaron a controlar en Siria y en suelo iraquí en 2014.

Las vocera agregó que las operaciones de despeje de la región se llevarán a cabo con apoyo de la coalición estadounidense y del Ejército de Irak.

El Departamento de Estado de Estados Unidos dijo que los días del EI en Siria «están llegando a su fin» y que la reanudación de las operaciones buscan «liberar los bastiones finales de ISIS en Siria».

El presidente estadounidense, Donald Trump, ha dicho que quiere retirar a las tropas norteamericanas de Siria apenas sean derrotados los extremistas.

Pero la vocera del Departamento de Estado, Heather Nauert, dijo que Estados Unidos «garantizará que deja una huella fuerte y duradera en Siria que impida que el ISIS pueda regresar».

También hoy, más de 30 sirios que estuvieron secuestrados durante años por islamistas vinculados a la red Al Qaeda en el noroeste del país fueron liberados como parte de un acuerdo para que el gobierno tome control de zonas de la periferia de Damasco, informaron medios estatales.

El canal Al-Ikhbariya TV difundió imágenes de los hombres, mujeres y niños liberados, quienes llegaron por colectivo a un puesto de control del Ejército sirio en la norteña provincia de Alepo. Muchos de ellos lloraban mientras abrazaban y besaban a soldados sirios. Los rehenes estaban cautivos desde 2015.

Los insurgentes han aceptado una serie de acuerdos para evacuar zonas de los alrededores de Damasco que han estado sitiadas durante años y sometidas a fuertes bombardeos por parte del gobierno. La ONU y grupos de derechos humanos han cuestionado esos acuerdos, por considerarlos equivalentes a un desplazamiento forzoso.

Este acuerdo concierne a Yarmouk, un campamento de refugiados palestinos que era una zona residencial antes del inicio de la guerra, en marzo de 2011. Integrantes del EI aún controlan partes del campamento y su periferia, donde combaten al Ejército sirio.

Los 42 liberados hoy son la primera tanda de un grupo de más de 80 rehenes a ser puestos en libertad.

En virtud del acuerdo, combatientes del grupo Hayat Tahrir al-Sham, afín a Al Qaeda, se retirarán de Yarmouk, mientras que unas 5.000 personas de Foua y Kfraya, dos localidades del noroeste del país asediadas por los insurgentes, serán trasladados a zonas bajo dominio del gobierno.

El campamento de refugiados ha sufrido muy duros combates durante la guerra.
La ONU ha advertido de «catastróficas consecuencias» para aquellos que aún habitan Yarmouk si continúan los enfrentamientos.