Más de 80 combatientes murieron desde el miércoles por la noche en feroces enfrentamientos entre yihadistas y tropas del régimen sirio en el noroeste del país, indicó este jueves la ONG Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH). Siete civiles murieron además a raíz de los combates en esta región, según la misma fuente.
Los combates continuaban cerca de la región de Idlib, controlada por los yihadistas del grupo Hayat Tahrir Al Cham (HTS), antigua rama de Al Qaida. Desde finales de abril, el régimen sirio y su aliada Rusia intensificaron los ataques en la provincia de Idlib y sus alrededores. En la región viven tres millones de civiles, entre ellos muchos desplazados de otras parte de Siria.
El miércoles por la noche, las fuerzas dominadas por HTS tomaron el pueblo y la colina de Hamameyat, en la provincia de Hama. Desde entonces, «los combates continuaron y las fuerzas del régimen llevan a cabo un contrataque para retomar el pueblo, además de los bombardeos aéreos y con artillería pesada» en la zona reconquistada por HTS y los rebeldes, indicó el director del OSDH, Rami Abdel Rahman.
En los enfrentamientos murieron hasta ahora 46 combatientes por el lado del régimen y 36 del lado de los rebeldes, según el OSDH.
El portavoz de HTS, Abu Jaled Al Chami, afirmó que los combatientes yihadistas y rebeldes lanzaron una ofensiva al caer la noche y arrebataron a las fuerzas leales al régimen de Bashar Al Asad el control de la colina «muy fortificada».
Naji Mustafa, portavoz del Frente de Liberación Nacional, aliado de los yihadistas, indicó por su parte que esta colina era «estratégica porque domina (…) las vías de suministro de las fuerzas enemigas».
La región de Idlib, que sigue escapando al control de Damasco, es objeto de la escalada más violenta desde un acuerdo alcanzado en septiembre de 2018 entre Rusia y Turquía, apoyo de los rebeldes, para evitar una gran ofensiva.
Hasta el momento los bombardeos mataron a más de 560 civiles, según el OSDH, y han obligado a unas 330.000 personas a huir, según la ONU. Por su parte, los disparos de rebeldes y yihadistas mataron a más de 40 civiles, según la misma fuente. Siria vive desde 2011 una guerra que dejó más de 370.000 muertos.