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Al norte de Hama

Siria: el gobierno abrió un corredor humanitario para evacuar civiles


Foto: Sputnik

El Ejército sirio abrió un «corredor humanitario» para permitir la salida de civiles, después de cercar la localidad de Khan Sheykhun, en la provincia de Idleb, en su ofensiva contra los últimos bastiones de los rebeldes en el noroeste del país. El gobierno decidió abrir ese corredor, bajo la protección del Ejército sirio, en la zona de Suran, en el norte de la provincia de Hama y en territorio controlado por las autoridades de Damasco, informó la agencia de noticias estatal, SANA.

El corredor fue habilitado para «los ciudadanos que deseen salir de las zonas bajo control de los terroristas en el norte de Hama y el sur de Idleb», en referencia a los grupos armados opositores, destacó una fuente anónima del gobierno sirio, citada por la agencia siria. Idleb es la última provincia de Siria aún controlada casi en su totalidad por las facciones rebeldes e islamistas, incluida Fateh Al Sham, ex filial siria de Al Qaeda, además de batallones que luchan bajo el paraguas del Ejército Libre Sirio (ELS), compuesto por desertores sunnitas de las Fuerzas Armadas Sirias.

Las autoridades proveerán de agua, alimentos y asistencia médica a los ciudadanos que atraviesen el corredor hacia territorios en manos del Ejército en Hama, agregó la agencia siria.

Las tropas sirias y sus aliados, principalmente Rusia, han desarrollado una intensa campaña militar desde finales de abril con la que han tomado el control de casi toda la provincia de Hama, y tras la toma el miércoles de la localidad de Khan Sheykhun rodearon las pocas poblaciones donde aún tienen presencia los insurgentes. En esta zona están desplegadas también tropas de Turquía, en el puesto de observación de Morek, establecido en virtud del acuerdo de Sochi sellado en septiembre de 2018 con Rusia.

Gracias a ese pacto entre Moscú y Ankara, fue creada en octubre una zona desmilitarizada en torno a Idleb -que abarca Hama, el norte de Latakia y el oeste de Alepo-, que detuvo una ofensiva gubernamental sobre la región rebelde que en aquel momento parecía inminente. En los pasados cuatro meses, más de 500 civiles han muerto en los ataques aéreos y de artillería, y 576.000 se han visto desplazados, 72.000 de ellos sólo en este mes de agosto, según los últimos datos de la ONU.