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Síndrome piramidal: recomendaciones para saber más acerca de la «falsa ciática»


No todos los dolores de la espalda y los glúteos se relaciona con la ciática real. Existe un síndrome llamado piramidal que localiza su acción dolorosa dentro de la cadera y que se confunde con las lumbalgias clásicas

 

El síndrome piramidal se denomina tambien falsa ciática porque provoca síntomas que se confunden con la lumbalgia. Ocurre debido a una sobrecarga del músculo piramidal que finaliza en contractura del mismo, con la consiguiente compresión del nervio ciático.

Esta patología es más frecuente entre mujeres y su mayor incidencia tiene lugar alrededor de los 40 y 50 años. Sin embargo, puede aparecer a cualquier edad. De hecho, aunque se asocia a corredores y deportistas, una mala postura es otro origen posible.

Es muy importante la diferencia entre síndrome piramidal y ciática real. Tanto las complicaciones, como el tratamiento, serán diferentes en relación a que se trate de una entidad u otra.

El músculo piramidal es una estructura anatómica pequeña que se encuentra en la pelvis. Recibe este nombre porque tiene forma de triángulo, el cual comienza en el hueso sacro y se extiende hasta el fémur. Forma parte del glúteo y se encarga del movimiento de rotación externa de la pierna.

El nervio ciático, por su parte, posee un trayecto que lo lleva hacia la pierna contactando con este músculo. De hecho, hay personas con una constitución particular, en quienes el nervio atraviesa el músculo piramidal. Tal es así, que el espacio que queda entre ambas estructuras es muy pequeño.

En el síndrome piramidal, el músculo aumenta de tamaño y comprime el nervio ciático. Este incremento se puede deber a una sobrecarga muscular, por ejemplo, por haber realizado ejercicio. También las contracturas son culpables.

Por otro lado, en la ciática verdadera, el nervio se comprime de manera real en la parte alta de su recorrido, en general con contacto sobre las vértebras de la columna. El dolor ciático es más permanente, insidioso y persistente.

Como diferencia, el síndrome piramidal o falsa ciática tiende a ser algo transitorio. Al tratarse de una contractura o sobrecarga muscular, el tiempo la resuelve. Pero en las lumbalgias, las hernias discales son la causa principal, y por ello se cronifican.

 

Síntomas

El síndrome piramidal se manifiesta con dolor en el glúteo y en la pierna. A veces se extiende hacia la ingle o alrededor de la cadera. No obstante, la presión del músculo debe ser muy elevada para que haya propagación.

En la ciática, por otro lado, el dolor se propaga e irradia lejos del punto de origen, llegando hasta el pie. En el síndrome piramidal o falsa ciática la molestia es más localizada, sobre el glúteo.

Además, es frecuente que haya cierta tumefacción en la zona. Esto se percibirá desde el exterior como un agrandamiento en alguna región del glúteo, a veces como un cordón palpable que incrementa el dolor cuando entra en contacto con una silla, por ejemplo. En situaciones extremas, hasta el mismo roce de la ropa es doloroso.

El dolor suele aparecer al caminar o al estar sentado durante mucho tiempo. Uno de los signos más típicos del síndrome piramidal o falsa ciática es que la persona que lo sufre no puede cruzar la pierna afectada sobre la otra.

 

¿Cómo se trata la falsa ciática?

El síndrome piramidal o falsa ciática se suele abordar con fisioterapia. Se recomienda realizar estiramientos y ejercicios que mejoren las contracturas musculares. También es importante corregir las posturas, en especial al estar sentado.

Para aliviar el dolor se pueden tomar medicamentos analgésicos y antiinflamatorios no esteroideos. En el caso de que estas medidas no funcionen, las inyecciones de corticoides o de toxina botulínica en la zona del músculo, se han empleado a manera de ensayo, todavía con resultados discutibles.

Hay pocos casos que requieren de cirugía. No obstante, la decisión final será de un especialista. Los primeros pasos consisten en descartar otras patologías que puedan estar detrás de los síntomas, e iniciar de manera conservadora el abordaje, con fisioterapia y cambios en el estilo de vida.