El ex secretario de Energía Daniel Montamat señaló hoy que “sin la recomposición tarifaria, la inflación sería mucho más alta», y justificó el criterio de “aplanar” las tarifas para evitar que “quien recibió en verano facturas de $ 800, pague $ 3.000 y pico en invierno”.
Montamat manifestó en declaraciones a radio Mitre, que “la electricidad tiene que ser generada, transportada y distribuida hasta llegar a los hogares; lo mismo el gas desde su extracción hasta las redes de distribución, y todo eso tiene un costo que incluye la utilidad de los operadores que están haciendo esta inversión”.
“Si imaginamos que el costo es de 100 y trasladamos 10 a la tarifa del consumidor final, los otros 90 son subsidio: esa es la primera gran mentira, porque esos subsidios también los estamos pagando con impuestos o con inflación, que es el peor de todos los impuestos, y si no, nos endeudamos más”, dijo el experto.
En 2016, recordó, los subsidios energéticos fueron de US$ 15.574 millones y se redujeron en 2017, fruto de las recomposiciones tarifarias, a US$ 8.800 millones.
La diferencia de un año a otro se trasladó a las tarifas, «de lo contrario hubiéramos tenido que pagar con mayor inflación, y si nos quejamos de que es alta, hubiera sido superior”, explicó Montamat.
El analista admitió que las tarifas inciden en la inflación, pero aclaró que “es una suba de una sola vez, y si no hacemos la recomposición y los subsidios se financian con papel pintado, con emisión monetaria, cronificamos la inflación”.
“Para tener inflación baja en el mediano y largo plazo las tarifas energéticas deben pagar sus costos económicos, y no financiarlos con subsidios que se financian con inflación”, insistió Montamat.
Recordó luego que “en 2015 todos los candidatos y pre candidatos presidenciales, menos Daniel Scioli, suscribieron un documento que decía esto, que las distorsiones tarifarias eran del mil por ciento y que había que aplicar una cura gradual”.
No obstante, reconoció el ex secretario, “las curas, aún graduales, son traumáticas”, y que por eso se recomendaban “mecanismos de atenuación”.
Montamat precisó que en electricidad hay 12,5 millones de usuarios, de los cuales 4,3 millones acceden a tarifa social, donde el primer tramo de consumo, de hasta 150 kw hora, “es gratis”, mientras en gas tienen el beneficio cerca de dos millones sobre una nomina de más de ocho millones en todo el país.
El especialista advirtió que para sectores residenciales de clase media que no entran en la tarifa social, el consumo de gas en invierno es cuatro y cinco veces mayor.
“Ya en marzo, añadió Montamat, explicamos que un consumidor de Metrogas categoría r3, intermedia, que en el año tenía que pagar $ 10 mil y pico, si pagaba en verano $ 800 en invierno iba a caer una tarifa de $ 3 mil y pico, y ahí sugeríamos aplanar la tarifa, que pague $ 1.700 todo el año».
Por otra parte, resaltó que las tarifas “tienen una mochila de tributos nacionales, provinciales y municipales, pero el país tiene un déficit fiscal consolidado de alrededor de 7% y si bajamos los impuestos tenemos que recurrir a la inflación para cubrir el bache, mientras el gasto baja con gradualismo para que socialmente sea menos dañino”.
El ex secretario consideró por último que “venimos de un problema energético muy serio; el sector estaba enfermo de cáncer e íbamos a un colapso”.