Más noticias
Mundo

Cifras

Siete personas murieron en el Everest en lo que va de la temporada


Otros tres alpinistas murieron en el Everest, anunciaron el viernes las autoridades y organizadores de expediciones, lo que eleva en esta temporada a siete el número de muertos en el techo del mundo, donde el gran flujo de montañistas crea peligrosos embotellamientos en la llamada «zona de la muerte».

Este año también se han formado atascos impresionantes en esta montaña de 8.848 metros. Se debe a las condiciones meteorológicas porque entre finales de abril y finales mayo esas condiciones son menos extremas en la cima del mundo, y más ventajosas para el ascenso.

«Dos alpinistas indios murieron en el Everest ayer», declaró a la AFP Mira Acharya, portavoz del departamento de Turismo de Nepal. rganizadores de expediciones anunciaron además el fallecimiento de un tercer alpinista.

La india Kalpana Das, de 52 años, llegó a la cima pero murió el jueves por la tarde cuando bajaba. Otro montañero indio, Nihal Bagwan, de 27 años, también falleció en el descenso. «Estuvo bloqueado en el embotellamiento durante más de 12 horas y estaba agotado. Unos guías sherpa lo trajeron al campo 4 y allí murió», relató Keshav Paudel de la agencia Peak Promotion.

En el lado tibetano de la montaña, menos frecuentado que el nepalés, murió un montañero austríaco de 65 años, anunció un organizador de expedición.

Impresionantes fotos han mostrado en los últimos días una larga fila de muy abrigados alpinistas, muy cerca unos de otros, arrastrando sus botas de escalada en la cresta ubicada entre la cima y el desfiladero sur, donde se halla el último campamento en la vertiente nepalí.

Según los expertos, este atasco se debe también a la proliferación de permisos de escalada así como al reducido número de ventanas meteorológicas adecuadas para llegar a la cima. Así, todas las expediciones lanzan el asalto final al Everest durante los mismos días.
A esta altura extrema, el oxígeno es más escaso en la atmósfera y los alpinistas deben recurrir a botellas de oxígeno para llegar a la cima. Una altura superior a 8.000 metros sobre el nivel del mar es considerada como la «zona de la muerte».