Ahorrar energía no solo es bueno para cuidar la economía personal, sino que también colabora con el bienestar ambiental
La manera fácil de ahorrar energía en el hogar es hacer pequeños cambios en los hábitos y realizar un mantenimiento periódico básico de nuestros electrodomésticos, que son los principales impulsores del consumo de luz.
Ahorrar energía no solo es bueno para cuidar la economía personal, sino que también colabora con el bienestar ambiental. No siempre estamos usando aparatos eléctricos, por lo que cuidar que no gasten energía de más es una buena forma de reducir el consumo energético.
Aunque parezca difícil, existen varios trucos prácticos que pueden ahorrar una gran cantidad de energía. Estos pasos abarcan temas referidos a la calefacción, uso de electrodomésticos, ventilación e iluminación, entre otros.
Reemplazar las bombillas de luz
No todas las bombitas consumen lo mismo; las halógenas consumen hasta 10 veces más que las Led o de bajo consumo. Aunque estas últimas sean más caras, su vida útil es bastante mayor y el consumo es menor.
Cerrar bien la vivienda
Tanto en invierno como en verano, las temperaturas pueden llegar a puntos extremos de frío o de calor. Para no gastar energía de más en calefacción o en enfriar el hogar, es mejor cerrar bien las aberturas de la casa. Esto no quiere decir solo ventanas o puertas, sino asegurarse de que los tubos o conductos de ventilación y las áreas de los extractores también estén cerradas.
Desenchufar aparatos sin uso
Es normal dejar conectados a la corriente aparatos eléctricos, aun sin ser utilizados, como la computadora, la cafetera o un equipo de música. Desenchufarlos cuando se deja el hogar o a la noche son buenas opciones para reducir el consumo eléctrico, ya que incluso en stand by estos artefactos siguen consumiendo una pequeña cantidad de energía.
Apagar luces en lugares donde no se necesiten
Aunque parezca raro, el 20% del consumo energético en una casa se da por la iluminación. Para evitar que las boletas traigan números elevados, es mejor prender solo las luces que sean necesarias y apagar las de los ambientes en los que no se están usando.
Reducir la temperatura del calentador de agua
Normalmente, los termotanques están diseñados con una temperatura media de 60º; esto puede ser un poco alto para el uso que le da una persona. Bajar esa temperatura a 40°C no supone ninguna diferencia para el cuerpo, pero logrará reducir el consumo de energía.
Lavar la ropa con agua fría
Así como la iluminación consume cerca del 20% del total, el lavarropas lo hace con el 11%. Esto se debe a que, en general, se lava la ropa con agua caliente para remover la suciedad con mayor efectividad.
Sin embargo, los detergentes y jabones para la ropa tienen agentes capaces de hacerlo con el agua en cualquier temperatura, por lo que lavar con agua fría reduciría considerablemente el gasto.
Tomar duchas cortas
Pasar más de 20 minutos en la ducha puede ser un factor de gasto de energía bastante grande. Es recomendable tomar duchas cortas, que no superen los 10 minutos; un truco para reducir el tiempo que se gasta bajo el agua es cronometrar el baño, o incluso cerrar la canilla mientras se enjabona el cuerpo.