Por Santiago Fizsbein
El cantante y actor Manuel Wirtz regresa a Rosario para presentar nuevas canciones y repasar sus clásicos.
La cita es este viernes a las 21.30 en el teatro Broadway y CLG dialogó con él.
—¿Cómo te preparas para el show que vas a dar en Rosario?
—Estoy entusiasmado y con muchas ganas de hacerlo, siempre haciéndolo como si fuera la primera vez y reencontrándome con el público de Rosario que hace mucho que no estoy cantando por ahí. Van a tener la posibilidad de escuchar y también de probar temas nuevos que van a formar parte de mi nuevo disco. Si Dios quiere el primer corte y videoclip saldrá a fin de año.
—¿Qué nos vamos a encontrar con este nuevo material?
—No sé lo que le va a pasar a la gente, lo que te puedo decir es que he encontrado buenas historias. Uno a veces comete el error de enamorarse de las cosas y digo error porque no todo lo que uno siente es la verdad. Entonces a veces se enamora de una manera equivocada pero bueno, esta carrera es a prueba y error. Eso es lo que me entusiasma, de poder probar y como se que el público de Rosario es muy especial, ahí probaré cómo reciben estas historias que traigo bajo el brazo.
—Desde tu San Nicolás natal que venís con tu carrera ¿Qué recuerdos tenes de esos primeros pasos?
—En San Nicolás fue todo muy especial y muy mágico. Tuve una infancia genial y maravillosa, mis viejos a los 9 años deciden comprarme una guitarra y me mandaron a estudiar. Ahí empecé de llamar la atención, porque pensabas que si lo hacías te convertías en un chico rubio de ojos celestes (risas). El objetivo que obtengas una chica que te guste estaba más al alcance que jugar al fútbol en el potrero. Aprendí a comunicarme a través de un instrumento, a cantar canciones de Horacio Guarany y Los Chalchaleros, después aparecieron la canciones de Charly (García) y el Flaco (Luis Alberto Spinetta) y Los Beatles, Sin darme cuenta me encontré en Buenos Aires golpeando las puertas, donde creía que Dios tenía las oficinas. Así fue el paso y con el sueño de tener una canción propia sonando en la radio.
—Y fueron pocas las canciones que estuvieron en la radio (risas) ¿Te pasó que la gente te diga en la calle que tus canciones estuvieron en momentos importantes de su vida?
—Es algo fantástico porque la canción llega a su cometido, te podes enamorar o generar cualquier tipo de emoción. Hay gente que se enamora pero también hay veces de que no puede estar con la persona que tiene al lado. Siempre es una buena sensación de encontrarte a alguien que te diga que tu canción le generó algo.
—Has estado en televisión con tipos grosos como Alejandro Dolina y Guillermo Francella ¿Cómo fue esa experiencia?
—Pude aprender, por sobre todas las cosas, y me di cuenta que pude transitar la comedia. Guillermo me dijo que tenía que hacer reír sin hacerme el gracioso o Dolina que me decía que había que hacer las cosas bien, porque no todo lo que está bien hecho te emociona. Después todo lo que hice fueron lindas experiencias.
—¿Cómo fue trabajar para chicos en el recordado «No te quedes afuera»?
—Son sensaciones fuertes, como cuando te ganas un Martín Fierro. Uno soñaba con ese momento y cuando te llega es increíble e indescriptible. Los pibes son un público muy honesto y cuando algo no va, no va y cuando no se ríen es porque no les gusta. La recepción tiene que ser un intercambio.
—¿Te genera algo especial que tus canciones formen parte del ADN de los argentinos?
—Eso es genial y pensas que la rompes con algunos temas y en mi show presento temas nuevos y el público no reacciona, es ahí donde te tenés que replantear. Con canciones como «Rescata mi corazón», «Hoy te necesito» y la gente te ve en la calle y te las grita, te das cuenta que no fallaste, pero sirvió también en equivocarme en otras.