Al menos 15 personas murieron y otras 13 están desaparecidas como consecuencia del derrumbe esta madrugada de una represa fluvial de la región siberiana de Krasnoyarsk, informaron los servicios de Emergencia de Rusia.
Otras 14 personas fueron hospitalizadas con lesiones de diversa gravedad, tres de las cuales permanecen en estado crítico.
El jefe del Gobierno local, Yuri Lapshin, aseguró que «previsiblemente» las cifras de muertos se incrementarán en las próximas horas, tras la catástrofe ocurrida en un yacimiento aurífero del río Seiba, a la altura de la localidad de Schetinkino.
Fuentes oficiales confirmaron a medios locales que entre los muertos, heridos y desaparecidos figuran los operarios que residían en los barracones provisionales que fueron arrasados por una gigantesca tromba de agua provocada por las intensas lluvias de los últimos días.
“En los dos barracones afectados por la rotura de la presa vivían unas 80 personas”, precisó un funcionario, según informó EFE.
El Comité de Instrucción ya denunció penalmente la muerte de personas debido a la posible violación de las normas laborales de seguridad por parte de la compañía «Sibzoloto”.
Al respecto, Yuri Lapshin denunció que el dique siniestrado fue construido de manera artesanal y violando «todas las normas imaginables e inimaginables”.
Un equipo médico, incluido un neurocirujano, fue enviado a la región, ubicada 160 kilómetros al sur de Krasnoyarsk, para asistir a los lesionados.