La inseguridad es un tema que preocupa y aun no tiene solución en Santa Fe. Robos, homicidios, ajustes de cuentas y entraderas se repiten a diario en la provincia. Omar Perotti tomó nota de esta situación y ya trabaja para establecer políticas que den con la solución luego del 10 de diciembre.
La problemática está al tope de las prioridades de los santafesinos y algunos rumores en los pasillos políticos indican que el gobernador electo se habría reunido en los últimos días con el ex ministro de Seguridad del kirchnerismo, Sergio Berni, con el objetivo de asesorarse en materia de seguridad: ¿le habrá sugerido algún nombre para el futuro gabinete provincial?.
Lo cierto es que los últimos datos publicados por el Ministerio de Seguridad de la Nación muestran que en 2018 Santa Fe tuvo una tasa de 9,5 homicidios dolosos cada 100 mil habitantes. Es la tasa más alta de los 24 distritos del país. Y no es este un dato aislado: de los últimos 12 años, en 8 Santa Fe resultó la provincia con mayor tasa de asesinatos del país. El pico se alcanzó en 2014, cuando la tasa llegó a 13,2 cada 100 mil habitantes, muy superior a la tasa nacional de ese momento, que era de 7,6 (y en 2018 fue de 5,2).
Los homicidios se concentran en las dos principales ciudades de la provincia: Rosario y Santa Fe, la capital. Los datos de 2018 muestran que estos dos departamentos, en los que vive el 53% de la población de Santa Fe, concentran el 85% de los homicidios provinciales.
Esto se refleja en tasas muy por encima del promedio: de acuerdo con los nacionales, que empiezan en 2014, Santa Fe registró en 2018 una tasa de 14,6 y llegó a su pico de 26,1 en 2014, mientras que Rosario registró en 2018 una tasa de 15,5 homicidios cada 100 mil habitantes, con un máximo de 19,8 en 2014. Para poner en contexto esos datos: en Córdoba capital, una ciudad con una población similar a Rosario, la tasa en 2018 fue de 3,9 homicidios y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, de 4,5.