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Ser mujer en el mundo del arbitraje: la historia de Julia Villalba


CLG dialogó con la primera mujer de la provincia en obtener el título de instructora nacional de árbitra

Por Andrea Astiasuain

Un 16 de marzo de 2019, las cosas empezaban a cambiar un poco para las mujeres ligadas al fútbol: la AFA y Agremiados anunciaban la semiprofesionalización del fútbol femenino. Este logro no hubiera sido posible sin aquellas que anteriormente empezaron a abrir caminos, reclamando sus derechos en un ambiente donde prepondera históricamente una visión machista.

Una de esas mujeres es Julia Villalba, la primera árbitra de la liga venadense y de todo el departamento General López. “El fútbol fue creado para el hombre Me costó muchísimo con mis pares el hecho de que me acepten, siempre estamos en permanente evaluación, se nos exige el doble”, expresó en diálogo con CLG.

A los 37 años Julia decidió cambiar su vida y empezar a dedicarse al arbitraje, pero su vínculo con el fútbol comenzó muchísimo tiempo antes. “Siempre estuve vinculada porque hacía periodismo deportivo. En la radio, una de las inquietudes que tuve fue ver la capacidad de los árbitros, cómo eran formados y qué es lo que podíamos hacer nosotros desde esta línea. Cuando los dos equipos importantes de Venado Tuerto entraron en competencia al torneo federal empecé a interactuar con instructores nacionales, veedores y eso despertó el interés por el arbitraje”, recordó Julia.

Una vez recibida, tuvo que seguir luchando para ser aceptada. “Todos los días se sufre la discriminación. El patriarcado es muy fuerte en el fútbol. Se te cuestiona la preparación física y la capacitación, en cuanto al reglamento. Inclusive la sigo sufriendo en la actualidad que soy instructora nacional, creadora del proyecto de la inclusión de los jóvenes en el arbitraje, algo que nunca había sucedido”, comentó.

Julia Villalba fue la primera mujer de la provincia en obtener el título de instructora nacional de árbitra de fútbol. Sin embargo, no dejó la lucha en su persona y empezó a tejer redes con el movimiento feminista. “El arbitraje me fue llevando, involucrándome cada día más, interiorizándome, superándome como persona, como mujer en la sociedad”, aseveró.

“El feminismo me dio una inyección anímica. Soy consciente de que fui una punta de flecha, quien abrió las puertas a muchas mujeres para que puedan desempeñarse como árbitro o al empuje que se le dio al fútbol femenino en esta región”, añadió.

Para Julia, la historia del fútbol femenino y de las mujeres en el deporte tuvo un punto de quiebre en el Mundial pasado realizado en Francia. “El mundial del fútbol femenino creo que nos dio un empujón, no solo al fútbol femenino, sino también a las árbitras para que se las tenga un poco más en cuenta y empezar a tener un nivel más participativo”, dijo la venandense, y añadió: “El fútbol femenino está en crecimiento”.

A pesar de los avances del último año, hay algo que no cambió: la violencia. En Argentina, la violencia machista se cobra la vida de una mujer cada 23 horas. El fútbol no está exento de esta realidad.

“El nivel de violencia es muy alto, se lo vive en el fútbol como se vive en la sociedad. A veces impacta mucho cuando entramos en escena, cuando arrancamos un partido y tenemos que enfrentarnos con la violencia que es naturalizada en una cancha de fútbol. Cuando ingresamos a la cancha somos agredidas verbalmente. Se vive en todos los niveles, desde el fútbol infantil hasta en la primera división. La violencia es permanente, no cambió nada”, afirmó, y ejemplificó: “He vivido muchos episodios violentos, no he podido salir del vestuario por una hora, me han agredido o me han arrojado cosas, orín, botellas, piedras… hemos pasado muchas situaciones violentas”.

La árbitra que la solución a la problemática es la formación y la concientización. “Creo que con educación y salud cambiaremos los mandatos negativos. Somos todos iguales y tenemos derecho a disfrutar una vida”, remarcó.

“Hay que decirles a las mujeres que hay que seguir luchando por el sueño. Yo tuve un sueño y lo estoy realizando, lo estoy disfrutando y lo vivo día a día. Por eso, la lucha constante que tenemos que es la lucha de la igualdad”, concluyó.