Será la primera vez que reúna a sus funcionarios en un encuentro en el que los retos y diferencias quedarán atrás para alentarlos en una nueva etapa pospandemia.
Esta vez, Alberto Fernández parece dispuesto a poner límites. A la defensa pública que hizo de su gabinete que volvió a ser cuestionado por Cristina Kirchner, le sumará una cena en la Quinta de Olivos. A más de un año de Gobierno, será la primera vez que reúna a sus funcionarios en un encuentro en el que los retos y diferencias quedarán atrás para alentarlos en una nueva etapa pospandemia
El presidente está dispuesto a sostener a sus funcionarios y así lo demostrará este miércoles por la noche cuando los reciba en la Quinta de Olivos. Están convocados los 21 ministros y cuatro secretarios. Allí Fernández promete que no habrá retos, aunque el propio jefe de Estado se muestra muchas veces descontento por el accionar de algunos de sus funcionarios.
La voz de la vicepresidenta apuntando días atrás contra ellos, hizo que el Presidente decidiera sostener incluso a los que ya quisiera cambiar.
“Les digo a todos aquellos que tengan miedo o que no se animan, por favor, hay otras ocupaciones además de ser ministro, ministra, legislador o legisladora. Vayan a buscar otro laburo, pero necesitamos gente en los sillones que ocupen de ministro, ministra, de legislador o legisladora sean para defender definitivamente los intereses del pueblo», dijo Cristina en su última aparición pública.
Al día siguiente, el Presidente negó diferencias, dijo que no defraudaría a la Vicepresidenta y aseguró que los discursos estaban alineados. Pero algo pasó en los últimos días y tiene que ver con el reclamo del “albertismo” de defender a los propios.
Por eso, en el primer acto público del lunes, el Presidente entendió que, por primera vez, debía poner límites. Desde Tierra del Fuego disparó: “Yo solo tengo gratitud y reconocimiento para cada ministro mío, para cada funcionario, con cada empleado que trabajó a mi lado para mantener de pie a la Argentina”.