Hay que saber que siempre la planta nos sorprende con alguna cualidad única e insuperable para tener en cuenta
A lo largo de los últimos años, en Argentina se instaló en el cotidiano social y político el debate sobre cannabis y cáñamo. Atrás quedó el pánico y el tabú, para darle lugar de charla en cualquier ámbito.
Hay que saber que siempre la planta nos sorprende con alguna cualidad única e insuperable para tener en cuenta. A pesar de sus miles de años junto a la humanidad, los estudios e investigaciones se siguen dando, tan así que también demuestra ser provechosa en su arista culinaria y nutritiva.
Hablar de cáñamo es hablar de nutrición y salud pública
Estamos ante la presencia de un alimento que resulta poseer altos valores nutricionales con grandes beneficios para la salud de las personas, en todas las etapas del ciclo vital. Se trata del fruto de la planta, la semilla de cáñamo (Cannabis Sativa L.). Pero, ¿qué transformaciones o manufacturas se pueden realizar? “Beneficios para la salud del suelo y del ecosistema en general. Beneficios para la salud humana en lo que respecta a productos como aceite de semilla prensado en frío, y harina de semilla desgrasada y molida”, enumera Agustín D’olivo, Ingeniero Agrónomo y productor de alimentos agroecológicos. Actualmente, se dedica a la investigación y fitomejoramiento con cáñamo industrial, en Colonia Caroya, provincia de Córdoba, al frente de D’olivoHemp.
En Argentina, en el 2022 se votó la Ley 27.669 que regula el cultivo de cáñamo industrial, y es ahí donde D’olivo se propuso sembrarlo: “para agregar biodiversidad a nuestras rotaciones agrícolas y a nuestra cartera de alimentos”. Y suma que tiene un “enfoque en obtención de variedad de cáñamo para la semilla para elaborar productos y subproductos, obtener variedades mejoradas de buen rendimiento en grano, aceites y harinas”. Un emprendimiento en pleno desarrollo y progreso.
Gluten y buena prensa el cáñamo nunca tuvo
Los beneficios del cáñamo.
Existen registros bibliográficos sobre la planta de cáñamo que datan desde principios del siglo pasado. Sin embargo, siempre se la estudió como planta textil por la formidable calidad de sus fibras. Además, gracias a la prohibición, estuvo desacreditada y olvidada, no pudiendo avanzar en su estudio, dejando de lado su nobleza como planta oleaginosa y alimenticia. Además, en Argentina hoy día, según resultados arrojados por la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (ENNyS, 2019), estamos ante un paradigma de obesidad y desnutrición que coexisten en simultáneo. Y eso no es todo, ya que en un informe hecho por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT, 2020) indica que uno de cada 167 adultos son celíacos, mientras que un niño cada 80 lo es. Es decir, se convive con una deficiencia, decadencia e intolerancia alarmante en materia alimenticia y salud.
Para arremeter contra estas problemáticas, a finales de 2023 surgió una investigación del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas publicada por el CONICET. “Básicamente por la gran incidencia de esta patología o de este padecimiento que es la celiaquía o la intolerancia al gluten, lo cual me produce mucho ruido”, señala Diego Bertone, Ingeniero Agrónomo y miembro partícipe del artículo científico. Bertone, que además es técnico en producciones e industrialización láctea, formador, cocinero y tatuador, explicó en detalle el estudio sobre los beneficios que del cáñamo en las pastas sin gluten. “Se intentó buscar qué aportes tendría la harina de cáñamo a una pasta libre de gluten”, sostuvo. “Principalmente, la idea era analizar el contenido proteico, flavonoides, fibra y otros compuestos que están dentro de la harina de cáñamo para que enriquezca el almidón de maíz, que es el principal elemento que constituye la pasta libre de gluten, sin TACC. Siendo ese el objetivo”, remarcó. En esa línea, apunta que, para darle introducción a un producto o subproducto de lo que es la industria del aceite de cáñamo, es decir, avanzar sobre el producto derivado, cabe destacar que la harina de la semilla o grano de cáñamo, “es una materia prima secundaria, ya que, primero, se la prensa en frío, extrayendo su aceite, y después se procesa lo sobrante que se transforma por medio de molienda en harina”.
El estudio, entonces, arrojó que el agregado de harina de cáñamo “no afectó significativamente los indicadores más importantes de la calidad”. Pero los resultados permiten concluir que “el agregado de porcentajes de harina de cáñamo para la obtención de pastas libres de gluten incrementa el contenido de fibra y proteínas, de manera que se observa una mejora significativa de la calidad nutricional”.
“No pega pero alimenta”
Cultivo agroecológico de cáñamo.
Cuando hablamos de alimentación con conciencia, es inevitable resaltar que el impacto alimentario inicia desde que nacemos, incluso antes de que nosotros mismos seamos capaces de tomar alguna decisión. Es allí donde comienza nuestra primera nutrición y, en base a las decisiones alimentarias de quien nos gesta, se irá conformando esa flora bacteriana, llamada microbiota, que es la encargada del 70% de nuestra inmunidad y responsable de mantenernos en equilibrio, evitando indigestión y patologías.
Si desglosamos cada uno de los nutrientes presentes en la semilla de cáñamo, nos daremos cuenta de que estamos frente a un superalimento que tiene la capacidad de nutrir desde la infancia hasta la edad adulta.
Sin embargo, para que sea una realidad la industria del cáñamo, Bertone apuntó a las autoridades. “Falta una regulación certera, con normas claras, con un panorama bien esclarecido. “Hay un impedimento por desconocimiento y carencia de educación, o por falta de una industria que demande esta materia prima versátil, o por conjunción de ambas, lo cual trae expectativas en algunos y desilusión en otros”, admitió también.
En definitiva, estamos frente a un panorama mucho más alentador que en otras épocas. De hecho, en 2023 se admitió al código alimentario argentino a la semilla de cáñamo. Entonces, que más queda es empoderar e involucrar más activamente a la sociedad para presionar de que estamos ante una alternativa extraordinaria que no debemos dejar pasar. La salud no puede esperar más. Por Germán Pereira