CLG dialogó con Germán Rubarth, dueño de una pescadería rosarina, quien explicó cómo se adaptaron a la cuarentena para poder vender
Por: Santiago Ceron
Semana Santa suele ser una de las épocas de mayores ventas para las pescaderías, ante la costumbre de muchos de consumir pescado en lugar de carnes rojas o pollo durante esta fecha bíblica. Sin embargo, la cuarentena obligatoria puso en jaque las ventas por mostrador, por lo que el reparto a domicilio se convirtió en el principal método de compra de los clientes.
Es por eso que las pescaderías rosarinas tomaron la decisión de reforzar el servicio de delivery y de esa manera poder atender la alta demanda telefónica durante Semana Santa. Así lo relató a CLG Germán Rubarth, dueño de la pescadería La Esperanza, quien pasó de tener dos a cinco cadetes.
«En este momento de diez ventas, ocho son por delivery y sólo dos por mostrador», aseguró Germán. «Al local sólo está viniendo gente del barrio. Para no salir de la casa, los clientes empezaron a llamar por teléfono. El delivery se reactivó muchísimo, casi todo se vende por esa vía, estamos haciendo todo lo posible para cumplir», agregó.
Ante el cambio de panorama por la cuarentena, los comercios deben amoldarse a las circunstancias para poder continuar con su actividad: «Contratamos más cadetes y armamos toda una logística en función de ello. Normalmente tenemos dos motos, y ahora tenemos cinco. Además, sumamos reparto en camioneta, porque la demanda es muy grande».
Con respecto a las elecciones de los clientes, señaló que «lo que más se está vendiendo es merluza», como también «algo de pescado de río y un poco de mariscos por el cambio de clima».
Pese a los días feriados, la pescadería mantendrá sus puertas abiertas hasta el sábado al mediodía con su servicio de delivery activo: «En este momento estamos haciendo un horario de 8 a 14 y de 16 a 20, pero es muy probable que jueves y viernes abramos de corrido», aseguró Germán.
El aislamiento, un paralizador de ventas
Si bien la actividad de las pescaderías se está pudiendo sostener a través del reparto a domicilio, la realidad indica que los ingresos han disminuido drásticamente: «Desde que comenzó la cuarentena la venta bajó un 60%».
Si bien Semana Santa ayuda a repuntar, la diferencia no es mucha: «Esto no nos alivia, estamos teniendo lo que era una semana normal antes de que pase todo esto», explicó Germán. Y añadió: «Se está vendiendo un poco más, pero nada que ver a otros años, mucho menos. De todas formas, faltan los dos días más importantes, jueves y viernes».
Con respecto a los precios, el dueño de La Esperanza aseguró que «no hubo grandes aumentos» y detalló: «En promedio, hubo un 10% en la suba de precios, que no es nada comparado a otros años».
Por último, Germán se refirió a la situación financiera que están atravesando: «Los compromisos están, tenemos que pagar sueldos y gastos, lo estamos pasando como podemos. Estoy viendo la posibilidad de tener alguna ayuda en los bancos, porque la cuarentena aparentemente se va a extender y la venta no es la misma. Está muy complicado». Y concluyó: «Después de que pase esta semana no sé como vamos a hacer».