El agresor fue detenido en agosto de 2020 y alojado en una cárcel de Rosario donde seguirá preso tras la sentencia de primera instancia dictada en las últimas horas
Un Tribunal de Rosario condenó a un hombre a seis años de prisión efectiva por violar en 2020 en 61 oportunidades una perimetral para amenazar a su expareja, informaron hoy fuentes judiciales.
La condena a seis años de prisión efectiva recayó sobre Nicolás José Rivas (34), luego de que un tribunal oral lo encontrara penalmente responsable de los delitos de «amenazas coactivas y desobediencia en 61 hechos, en concurso real, y en un contexto de violencia de género», consignaron a Télam los voceros.
Según lo ventilado durante el desarrollo del juicio que culminó ayer en los tribunales rosarinos, la fiscal del caso, María Teresa Granato, le atribuyó a Rivas múltiples hechos que el acusado materializó durante el 2020 contra su expareja, a quien solo se identificará como «M», para resguardarla.
Ante el tribunal, integrado por los jueces Rafael Coria, Gonzalo López Quintana e Irma Bilotta, la representante del Ministerio Público Fiscal (MPF) pudo probar que el ahora condenado «violó en 61 oportunidades una orden judicial de prohibición de acercamiento para acosar y amenazar a la víctima».
Entre las acciones que realizó, la fiscal Granato expuso que el 6 de julio de 2020, alrededor de las 21.30, Rivas «se apersonó al departamento de la mujer y bajó la térmica de la luz para gritarle insultos, tirarle piedras a la ventana y escribirle la caja de luz».
Esa misma acción la volvió a repetir el 19 de julio y el 17 de agosto de 2020, «cuando pesaba sobre el mismo una orden de restricción», resaltó la fiscal.
«Esas acciones se repitieron el 21, 22 y 25 del mismo mes de agosto cuando el acusado tocaba insistentemente el timbre del departamento y tiraba piedras e insultaba a la mujer hasta que ésta llamaba al 911, pero cuando llegaba la policía él escapaba en la moto y cuando se iban, volvía y continuaba», detalló la fiscal.
Según la acusación, «no conforme, el 26 de agosto comenzó a enviarle mensajes de textos a su celular».
Otro de los hechos expuestos ocurrió el 28 de agosto, siempre de 2020, cuando «interceptó el vehículo en el que desplazaba su expareja», señaló Granato.
«Realizó maniobras de encierro con su vehículo, logrando que la mujer se detuviera en la banquina y arrojó objetos sobre el auto y contra la persona de la mujer», describió en su alegato la fiscal, que había pedido una pena mayor, de siete años y cuatro meses de cárcel, pero el tribunal decidió imponer una pena única de seis años de prisión efectiva.
El caso de Melisa se conoció en julio de 2020 en Rosario, cuando a través de la red social Facebook, hizo un llamado desesperado pidiendo ayuda y contó los innumerables hechos de violencia de género del que era víctima por parte de su expareja.
Así, acompañada de la Organización «Vivas Reaccionamos», entre otros colectivos contra la violencia de género, Melisa pudo visibilizar su caso y lo denunció en la Justicia rosarina.
En apoyo a la mujer, se organizaron marchas y sentadas en la sede de tribunales pidiendo la detención del sujeto que según la investigación de las organizaciones, tenía antecedentes desde 2017 por intento de homicidio contra otra expareja.
Rivas fue detenido en agosto de 2020 y alojado en una cárcel de Rosario donde seguirá preso tras la sentencia de primera instancia dictada en las últimas horas.