La Unión Tranviarios Automotor (UTA) cumple este jueves su segundo día de paro casi nacional –sólo Buenos Aires no adhirió– que afecta a todas las líneas que transitan en el interior del país en reclamo de aumentos de salarios.

La huelga en todo el interior es resultado de la falta de acuerdo entre el gremio y la Federación Argentina de Transportadores por Automotor (Fatap) que, sin mayores subsidios nacionales, asegura que no puede equiparar los sueldos de los colectivos a los de la Ciudad Autónoma y el Área Metropolitana de Buenos Aires.

El paro implica el cese de circulación de los ómnibus urbanos e interurbanos municipales y provinciales.

No obstante, se mantienen las prestaciones de larga distancia.

Al confirmar la medida, el secretario general de la UTA Rosario, Sergio Copello, denunció otra vez inequidades en la distribución de recursos en comparación con Caba y Amba.