Tomás Tello murió a causa de una "una laceración en la aurícula derecha del corazón" luego de sufrir una "herida punzocortante en la línea media de tórax"
La autopsia al cuerpo de Tomás Tello Ferreyra, el joven de 18 años asesinado a puñaladas por una patota en la localidad bonaerense de Santa Teresita durante los festejos de Año Nuevo, confirmó que la víctima sufrió una herida punzocortante en el tórax que dañó directamente su corazón, mientras que el fiscal general de la jurisdicción afirmó que el móvil del crimen fue una «venganza» por una fiesta realizada el fin de semana de Navidad.
Pasadas las 18.30 de hoy, centenares de familiares, amigos y vecinos de la víctima participaron de la inhumación de sus restos tras un cortejo fúnebre que partió de una casa velatoria de Santa Teresita, pasó por la casa en la que vivía el joven asesinado y continuó durante unos 25 kilómetros hasta el cementerio de Mar de Ajó, todo en el Partido de la Costa.
En tanto, fuentes judiciales aseguraron a Télam que los dos menores de edad detenidos por el hecho se negaron a declarar esta mañana en el Juzgado de Garantías del Joven 1 Departamento Judicial de Dolores, a cargo de María Fernanda Hachmann.
Por su parte, el fiscal a cargo de la investigación, Pablo Gamaleri, se hallaba esta tarde en las oficinas judiciales de ubicadas sobre la calle Yrigoyen al 405, en la localidad balnearia de Mar de Ajó, donde indagaba a los otros siete detenidos mayores de edad.
Además, los investigadores buscaban aún a al menos un sospechoso que, en distintas filmaciones, se lo observa con una remera amarilla y que, se presume, fue uno de los que participó activamente del ataque a Tomás Tello y hasta se lo observa escapar cuando llega el primer patrullero al lugar.
Con respecto a la autopsia, voceros judiciales señalaron a Télam que Tello (18), quien trabajaba como albañil, murió a causa de una «una laceración en la aurícula derecha del corazón» luego de sufrir una «herida punzocortante en la línea media de tórax».
En ese contexto, los especialistas advirtieron que dicha puñalada derivó «en un taponamiento cardíaco y el posterior fallecimiento de la víctima».
Al respecto, los informantes indicaron que todavía se desconoce cuál fue el arma homicida y que, contrario a lo señalado por fuentes policiales durante el día de ayer, todavía no se secuestró ningún elemento cortante relacionado con el asesinato.
A su vez, el fiscal Gamaleri, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 11 de Dolores, modificó la carátula del hecho de «homicidio en riña» a «homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o mas personas y alevosía», la misma calificación que se le aplicó a los rugbiers condenados por el crimen de Fernando Báez Sosa, cometido en enero del 2020 en Villa Gesell.
En relación a los sospechosos, fuentes de la investigación señalaron que tienen 16, 17, 21, 22, 27, 29, 33 y 57 años.
Entre los detenidos se encuentra Damián Kopelian (21), alias «El Kope», un joven con antecedentes penales a quien se lo observa en distintas filmaciones que fueron incorporadas al expediente como quien ataca a golpes y se presume que fue el autor material del crimen.
Además, fue detenido el padre de «El Kope», llamado Avedis Kopelián, de 57 años y al que también se observa en el material fílmico que secuestraron los pesquisas, y un hermano, identificado Aram Kopelián (27).
“El autor material es otro”, dijo el letrado respecto a la hipótesis de que el menor de los Kopelián, apodado “Kope”, es el presunto asesino, y aclaró que si bien a este joven “se lo ve con un celular” en las imágenes del hecho “luego se lo confunde” con otras personas presentes en el lugar.
Respecto de Damián Kopelian, el fiscal general de Dolores, Diego Escoda, dio a conocer que el joven de 21 años registraba antecedentes penales por un hurto cometido durante el 2023.
Además, Escoda manifestó que los asesinos de Tello obraron con «un plan de antemano», el cual se originó en una fiesta el sábado 23 de diciembre a raíz de una disputa anterior con la víctima.
«No sabemos muy bien qué pasó el 23 de diciembre. Varios testigos señalan que pasó eso. Esto se aprovechó como una venganza o represalia por ese hecho anterior», aportó Escoda en declaraciones a radio Mitre, en referencia a una fiesta que organizó la víctima en una casa de Mar del Tuyú a la cuál no permitió el ingreso de quienes ahora lo atacaron en la localidad vecina de Santa Teresita.
En referencia a los nueve detenidos, el fiscal general comentó que «algunos de los capturados son autores y otros son partícipes».
«A los detenidos no se les extrajo muestras para saber si estaban alcoholizados. Igualmente, eso no influiría en la causa. Posteriormente al hecho la Policía trabajó bien, está ayudando en la investigación», expresó.
El ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, defendió el accionar policial al señalar que «la agentes llegaron en un minuto al lugar del hecho» y reforzó la hipótesis de que el crimen se trató de una «venganza planificada».
«Obviamente que estuvieron buscando evadir al personal policial, entonces encontraron el momento oportuno en que no estuvieran allí. Por eso no lo pudimos prevenir. No obstante, el móvil llegó al minuto y a los 26 minutos teníamos detenidos a los nueve responsables», justificó en diálogo con A24.
Por su parte, Daniel Tello, padre del joven asesinado, criticó la labor policial durante el hecho y pidió «que se haga justicia».
«Si no hacen nada, la justicia la voy a hacer yo y no quiero hacer eso y darle un sufrimiento más a mi familia, me estoy conteniendo», advirtió.
Esta mañana, el abogado Miguel Ángel Pierri asumió la representación legal de los familiares de la víctima y adelantó que existe «una gran cantidad de evidencia» para probar la alevosía y premeditación del hecho.
«Es una postal que lamentablemente se repite. Hemos aprendido muy poco como sociedad. Estos hechos los estamos naturalizando, hechos como los de Fernando Báez Sosa y Tomás suceden regularmente. Una vez más vemos a la juventud en el peor de los escenarios», comentó Pierri a C5N.
El intendente del partido de La Costa, Juan de Jesús, publicó hoy una serie de posteos en la red social X, donde comentó que estuvo «reunido con Samanta, mamá de Tomás Tello Ferreyra; en primer lugar para transmitirle mis condolencias por este horrible hecho que nos enluta a todos los costeros. Además, el municipio acompaña a la familia desde el primer momento, tanto desde la Secretaría de Desarrollo Social, como de Salud y Salud Mental, para brindarles las herramientas necesarias en este momento tan doloroso».
Minutos antes de las 7 del lunes primero de enero, Tomás Valentín Tello Ferreyra (18) festejaba con sus amigos el Año Nuevo en la playa, a la altura de la calle 38 y la avenida Costanera, en Santa Teresita, donde comenzó a ser golpeado y perseguido por una decena de personas, por lo que trató de escapar corriendo alrededor de 600 metros.
Tello trató de refugiarse en un domicilio ubicado en la intersección de la calle 44 y la avenida Costanera pero antes fue interceptado por la patota y, en las adyacencias del inmueble, el grupo de personas comenzó a atacar al joven a pedradas, botellazos, puntapiés, golpes de puño y al menos un arma blanca.
Como consecuencia del ataque, Tello sufrió al menos una herida punzocortante en el tórax, por lo que tuvo que ser trasladado de urgencia al hospital de Santa Teresita, donde finalmente falleció.
Los investigadores señalaron que hubo varios testigos del crimen y que, producto de la pesquisa, se logró la detención de nueve personas y destacaron que las capturas de siete de los agresores se dieron minutos después del hecho, tras ser visualizados por cámaras de seguridad, cuando caminaban por la playa, intentando escapar de la zona
Cerca de las 9, otros dos sospechosos fueron detenidos a unas diez cuadras del lugar del ataque.