El referente de los Metrodelegados Néstor Segovia rechazó las críticas que recibió por haber viajado a Roma en medio del conflicto del subte y pidió que no lo usen «como algo político», a la vez que aseguró que su visita a El Vaticano tiene que ver con «algo espiritual y muy personal».
«Todavía no nos juntamos con el Papa (Francisco). No sé cuál es la preocupación de que un trabajador venga a Roma. Yo soy cristiano, me fui a rezar a la Iglesia, tengo problemas de salud, después de tanta discriminación que he recibido en Buenos Aires, por ser gordo, si me como o no la zeta. Es algo espiritual y algo muy personal», sostuvo el secretario adjunto de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subterráneo y Premetro (AGTSyP).
En diálogo con Radio La Red, el dirigente sindical subrayó que viajó a Europa con su dinero: «Vine con mis propios medios, no soy de esos que usan guita del sindicato. No soy un vividor de los trabajadores. Tengo mi tarjeta de crédito, que saqué por primera vez. Saqué el pasaje ida y vuelta, 42 mil pesos en 15 cuotas».
«El viaje fue una decisión mía cuando estuve preso», remarcó Segovia, en referencia a su detención en medio del conflicto por la paritaria del subte el pasado 22 de mayo.
Y agregó: «Me preocupa el odio visceral que hay hacia los trabajadores. Nadie tendría que ponerse mal si un trabajador viaja a Roma. Me duele mucho, porque nos están utilizando a los trabajadores, nos tratan de delincuentes. Que nos nos usen como algo político».
Se encuentra en Roma acompañado por el secretario general de AGTSyP, Roberto Pianelli; y el ex vicegobernador bonaerense Gabriel Mariotto: el objetivo es reunirse con el Papa Francisco.
El viaje se da en medio de las protestas que lleva adelante el sindicato en reclamo de la reapertura de la discusión paritaria.