Este sábado se dio la triste noticia del fallecimiento del actor escocés. Su amplia y exitosa carrera
Por Mario Luzuriaga
Agente secreto, monje, profesor de arqueología, galán, un aventurero extraordinario, un oficial de la ley: son algunos de los roles que inmortalizó Sean Connery, quien falleció este sábado a los 90 años. Durante su carrera como actor, que duró varias décadas, ganó un Oscar, dos premios Bafta y tres Globos de Oro. Cómo fueron sus humildes orígenes y cómo alcanzó fama y gloria incomparables.
Saltó a la fama interpretando un espía salido de la pluma de Ian Fleming, llamado James Bond. Bond era un personaje excelente para la época, un espía inglés sofisticado, bon vivant, que debía enfrentarse con los más megalómanos villanos que transitaban en esa época. Su debut fue en 1962 en «El satánico Dr. No» y continúo hasta 1967 con «Solo se vive dos veces». Pero es «Goldfinger» la película que definió un estilo propio del personaje.
Su fama con el agente 007 era fenomenal pero a la vez muy invasiva, eso hizo que dejara el rol en 1967 y quien tomó su lugar fue un desconocido llamado George Lazenby y ocupó la licencia para matar en «Al Servicio Secreto de Su Majestad». La película fue una bomba, pero Lazenby no, es ahí donde los productores convocaron nuevamente a Connery para «Los diamantes son eternos», muy floja.
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Un año después de su salida definitiva, Sean junta con el director John Boorman para «Zardoz», una película situada en un mundo post-apocalíptico.Trata temas como la inmortalidad, la oligarquía y la segregación social. Luego para a ser un verdadero sospechoso en la adaptación del libro de Agatha Christe «Asesinato en el Expreso de Oriente».
En 1983 es tentado para interpretar nuevamente al agente 007, pero no por los productores originales, sino por Kevin McClory, un hombe tuvo un conflicto de derechos por la película «Operación Trueno». Tanto McClory como Connery terminaron en mala relación con Albert «Cubby» Broccoli, y decidieron competir contra «Octopussy», protagonizada por Roger Moore. Fue la batalla de los «Bond», pero la saga oficial le ganó a Connery.
Tres años después protagonizó junto a Christopher Lambert «Highlander», una película que mezcla la ciencia ficción con acción;en la que allí interpreta a Ramirez, el mentor de Connor McLeod. Tuvo una reprobable segunda parte en la que ambos actores filmaron en Argentina a inicios de los 90.
Su consagración llega con dos papeles increíbles como William von Bakersville en «El nombre de la rosa», en la que interpreta a un monje que investiga una serie de muertes. Pero fue con «Los Intocables» de Brian De Palma, que obtuvo su Oscar al interpretar al oficial Jimmy Malone, el veterano agente del orden que lucha con Eliot Ness para derribar a Al Capone.
En 1989 Harrison Ford vuelve a la carga como el arqueólogo Indiana Jones para su tercer aventura. Dirigida por Steven Spielberg, el aventurero irá en una carrera contra el tiempo para obtener el Santo Grial antes que lo recuperen los Nazis. Para eso necesita la ayuda de su padre, el profesor Henry Jones. Una película excepcional en donde el veterano actor le roba la película al propio Ford.
Luego Sean se dedicó a hacer varios roles como en «Sol naciente» junto a Weasley Snipes, «La caza al octubre rojo», en dupla con Alec Baldwin, «Lancelot, el primer caballero» con Richard Gere, «La roca» al lado de Nicolas Cage, entre otras.
El nuevo milenio fue el momento del retiro en el compartió pantalla con Catherine Zeta Jones en el thriller «La emboscada», se convirtió en un héroe del cómic en «La liga extraordinaria» interpretando al aventurero Allan Quatermain. Pero su última película fue «Descubriendo a Forrester», un hombre cuyo misterio y excentricidad son casi míticos. Cuando Jamal, un destacado estudiante y atleta negro logra colarse en su apartamento con una cartera repleta de trabajos literarios, de manera inesperada e insólita, se establece entre ellos una relación altamente provechosa.
La vida de Connery, de albañil a actor famoso
Luego de su muerte, conocida este sábado, la BBC realizó una extensa biografía del actor y repasó sus humildes orígenes. Hijo de un obrero católico y de una empleada doméstica protestante, Connery nació en el área de Fountainbridge, en Edimburgo, Escocia, el 25 de agosto de 1930.
La familia de su padre había emigrado de Irlanda en el siglo XIX, mientras que los orígenes de su madre remontan a los hablantes de gaélico en la isla de Skye, en el norte de Escocia.
Fountainbridge era una zona bastante decadente de Edimburgo, allí Connery se crio en una habitación de una casa de vecindad con baño compartido y sin agua caliente.
Dejó la escuela a los 13 años sin calificaciones y trabajó entregando leche, puliendo ataúdes y colocando ladrillos antes de unirse a la Royal Navy, la rama de guerra naval de las Fuerzas Armadas británicas. Sean Connery en la alfombra roja de la ceremonia de entrega de Premios del Cine Europeo en Berlín.
Tres años después, fue invalidado del servicio tras padecer de úlcera péptica. Para ese entonces, ya había hecho tatuajes que dejaban claro sus pasiones: «Escocia para siempre» y «Mamá y papá».
En Edimburgo, se ganó la reputación de «hombre duro» cuando seis pandilleros intentaron robarle el abrigo. Cuando Connery los confrontó, los maleantes lo siguieron. Pero Connery ganó la pelea como lo haría siempre en su papel como James Bond.
Sean Connery se ganaba la vida de cualquier forma que podía. Conducía camiones, trabajaba como salvavidas y posaba como modelo en el Edinburgh College of Art. Y pasaba su tiempo libre haciendo fisiculturismo. Hasta que James Bond llegó a su vida.
Con los pies, también
Otra faceta que no muchos conocían del actor es que también pudo ser una estrella, pero en el verde césped. Algunos se refieren a él como un gran jugador de fútbol y, de acuerdo a trascendidos, pudo haberse dedicado a la pelota ya que despertó el interés del gigante Manchester United.