El Parlamento Europeo lo aceptó por abrumadora mayoría y cerró así una negociación que empezó hace casi cuatro años
El Parlamento Europeo aprobó por abrumadora mayoría el acuerdo sobre la relación posbrexit con el Reino Unido, un voto que pone punto final al difícil y doloroso proceso iniciado hace casi cuatro años con un referendo en el que los británicos se pronunciaron a favor de un divorcio que mantuvo en vilo al continente y causó impacto mundial.
El acuerdo fue aprobado por 660 votos a favor, cinco en contra y 32 abstenciones, después de la votación mediante sufragio secreto que tuvo lugar ayer en la tarde, anunció hoy el presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli. Los dos otros líderes de instituciones europeas -el titular del Consejo Europeo, Charles Michel, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen- saludaron «calurosamente» la decisión del Parlamento, informó la agencia de noticias AFP.
El sábado, los líderes de las dos principales instituciones de la Unión Europea (UE) habían firmado el acuerdo de salida, en el penúltimo paso para que se cumpla un proceso. Hoy, Michel apuntó en su cuenta de Twitter que se abre ahora «una nueva era» en las relaciones entre el bloque continental y Londres, mientras Von der Leyen advirtió que será «esencial la fiel aplicación» de los mecanismos establecidos en el acuerdo.
El primer ministro británico, Boris Johnson, en tanto, saludó la votación del Parlamento Europeo como «el último paso en un largo viaje». «Ahora es el momento de mirar hacia adelante, en dirección del futuro», dijo el jefe de Gobierno británico.
El secretario británico para las relaciones con la UE, David Frost, apuntó por su parte que las dos partes ahora pueden «comenzar un nuevo capítulo juntos como europeos, caracterizado por la cooperación amistosa entre soberanos en pié de igualdad».
En tanto, el ministro de Economía de Alemania, Peter Altmaier, recordó que el intercambio comercial entre el Reino Unido y la UE «cayó fuertemente» en meses recientes. «Esto muestra que las empresas necesitan de reglas fiables. Es por eso que el nuevo acuerdo comercial y de cooperación es importante para ambas partes», expresó.
El acuerdo sobre la relación comercial entre los dos ex asociados se fue alargando por casi todo el año 2020 y fue finalmente sellado in extremis a fines de diciembre, a apenas días del plazo final. La parte británica había ratificado el acuerdo en diciembre, pero el Parlamento Europeo había advertido que el examen de las más de 1.200 páginas del tratado requeriría tiempo para su aprobación.
Las relaciones entre Bruselas y Londres atravesaron en los últimos meses por una crisis de confianza, en especial por iniciativas británicas relativas a la aplicación de los acuerdo en Irlanda. Los europeos critican especialmente a Londres por violar el protocolo irlandés recogido en el tratado del Brexit, al mantener ciertos controles aduaneros y sanitarios entre la República de Irlanda, que es parte de la UE, y la provincia británica de Irlanda del Norte.
El bloque se había empeñado en negociar un régimen especial que impediría el establecimiento de una frontera física en Irlanda, para proteger el Acuerdo de Viernes Santo, de 1998, que puso fin a la violencia en ese territorio. Desde el inicio de este año también estalló una agria disputa por los retrasos en el suministro de vacunas del laboratorio anglo-sueco AstraZeneca a la UE aun cuando el Reino Unido se abastecía a tiempo.