Todo estalló el sábado con la acusación contra el ex heredero de "actividades" contra el reino
Acusado de conspirar contra su hermanastro, el rey Abdallah II de Jordania, el príncipe Hamzah se niega a obedecer las órdenes de restringir sus movimientos, y acusa al poder de «corrupción», con lo que se terminó de sellar la fractura en la familia real jordana.
En una charla telefónica, cuya grabación fue difundida anoche en Twitter, el príncipe afirmó a un interlocutor no identificado: «Por supuesto que no acataré (las órdenes del jefe de Estado mayor, el general Yousef Huneiti) cuando me dice que no estoy autorizado a salir, tuitear, comunicarme con la gente y que solo se me permite ver a mi familia», reprodujo la agencia de noticias AFP.
La crisis estalló el sábado con la acusación contra el príncipe Hamzah de «actividades» contra el reino y la detención de varias personalidades jordanas, según las autoridades por «razones de seguridad». Ese mismo día, el príncipe Hamzah, hijo mayor del rey Husein y la reina Noor (estadounidense), anunció que había sido puesto bajo «arresto domiciliario» en su palacio de Amán, negó haber participado en un complot y acusó a las autoridades de su país de «corrupción» e «incompetencia».
Un día después, el viceprimer ministro Ayman Safadi afirmó que la «sedición» había sido frustrada de raíz y acusó al príncipe Hamza de haber colaborado con una «potencia extranjera» sin identificar, y anunció la detención de 15 personas, incluyendo a Basem Awadallah (antiguo asesor del rey).
A solicitud del rey, el jefe del Estado Mayor visitó el sábado la residencia del príncipe Hamzah para pedirle «detener las actividades que podrían ser utilizadas para socavar la estabilidad y la seguridad de Jordania», pero la reunión no salió bien, añadió Safadi, que habló de un «plan perverso».
«Grabé la conversación y la distribuí (…) Ahora estoy esperando para ver qué va a pasar y qué van a hacer. No quiero moverme (por el momento) porque no quiero empeorar la situación», dijo el príncipe en su última grabación, denunciando una situación «inaceptable».
En su editorial de hoy, el diario oficial jordano, Al-Rai, culpa al príncipe Hamzah. «El rey ha intentado resolver algunos problemas dentro de la familia hachemita, pero su deseo fraternal de resolver el problema en el marco de una reunión no ha sido acogido positivamente».
Sin embargo, para Ahmad Awad, que dirige en Amán el Instituto Phenix Center for Economics and Informatics Studies, «lo que ha ocurrido «es el comienzo de una crisis y no el final». «Se necesitan reformas tanto políticas como económicas y democráticas», dijo.
Según Safadi, «las investigaciones revelaron vínculos entre Basem Awadallah y partes extranjeras (…) para poner en práctica planes maléficos destinados a socavar la estabilidad de Jordania». «Una persona con vínculos con servicios de seguridad extranjeros ha estado en contacto con la esposa del príncipe Hamzah y le ofreció poner a su disposición un avión para que salga de Jordania hacia un país extranjero», añadió sin dar nombre.
Hamzah fue nombrado príncipe heredero cuando Abdallah II se convirtió en rey, pero en 2004, el soberano le retiró el título para dárselo a su hijo mayor Husein.