En esta ruta mueren atropellados carpinchos, coipós, gatos monteses, zorros, tortugas y yacarés
En los próximos meses, la ruta 174, que conecta Rosario (Santa Fe) con Victoria (Entre Ríos), tendrá un nuevo concesionario. Ante la licitación ya en marcha, decenas de vecinos y activistas buscan incorporar la construcción de pasafaunas en los compromisos que asuma el próximo adjudicatario. Sin embargo, la solicitud, que busca proteger a la fauna de los humedales del Paraná, está entrampada en la justicia argentina.
En esta ruta mueren atropellados carpinchos, coipós, gatos monteses, zorros, tortugas y yacarés. Franco Peruggino, de la ONG Mundo Aparte, refiere que esta situación es cotidiana desde hace 20 años, cuando se inauguró el puente Rosario – Victoria, sobre el río Paraná.
Si bien esta obra vial aligeró los tiempos de conexión y facilitó el flujo comercial entre dos provincias, también supuso la intervención de los humedales del río Paraná. “Toda la ruta está dentro de la Reserva de Usos Múltiples, es un área natural protegida, con una biodiversidad muy rica”, precisa Peruggino.

La solución en este caso sería instalar túneles debajo del terraplén para que los animales puedan cruzar al otro lado del humedal de manera segura. “Para los animales, cruzar una ruta puede ser tan peligroso como para una persona intentar cruzar una autopista a pie”, explica Sebastián Fermani, director de conservación de Fundación Vida Silvestre.
La causa judicial por los pasafaunas en el humedal
Después de la primera concesión -que duró 20 años- Vialidad Nacional se alista para adjudicar en septiembre el mantenimiento y administración de 60 kilómetros de la ruta 174 a una nueva empresa.
Peruggino refiere que, si no se exige ahora la construcción de pasafaunas, se perderá una oportunidad única. “Pretendemos que la nueva empresa tenga que construirlos por mandato del pliego licitatorio, si no tendremos que esperar 30 años más, hasta que acabe la concesión”, señala.
En febrero se realizó la audiencia pública para armar los pliegos definitivos del nuevo concurso. En los pre pliegos no se contempla la presencia de túneles o conductos para tránsito seguro de animales silvestres.
Ante esta situación, Mundo Aparte -junto con más de 70 organizaciones- presentaron a inicios de abril un amparo ambiental en el Juzgado Federal de Rosario. La iniciativa busca que la justicia dicte una medida cautelar que obligue la incorporación de pasafaunas en los pliegos definitivos.

Sin embargo, en los fueros rosarinos se declararon incompetentes y trasladaron la causa a Victoria. Ahí, el juez Federico Martin también se declaró incompetente para abordar la demanda. La solicitud está ahora detenida en Cámara de Apelaciones.
“Claramente la competencia territorial existe. No creo que la parte técnica sea el problema, nadie se está animando a dictar la cautelar, no quieren afectar intereses. Nos angustia mucho la situación”, dice Peruggino.
Una solución necesaria
En 2008, se construyó en sobre la ruta nacional 101, en Misiones, el primer pasafauna aéreo en Latinoamérica. Esta obra permitió mitigar los impactos en el corredor biológico Urugua-í-Foerster.
Sebastián Fermani, de la Fundación Vida Silvestre, refiere que aún son muy pocos en relación al nivel de impacto que tiene la red vial sobre la fauna del país. “El atropellamiento de animales silvestres es una amenaza silenciosa pero devastadora para nuestra biodiversidad”, expresa.
El especialista considera que la nueva concesión de la Ruta Nacional 174 (Rosario – Victoria) representa una oportunidad clave para replicar este tipo de soluciones en otras regiones del país.
