El ministro de Finanzas neerlandés expuso que se perderá más del 10% del PBI y que esos datos sólo se dan en "tiempos de guerra"
Como consecuencia de la crisis del coronavirus, el gobierno neerlandés anunció que espera un déficit «históricamente alto» de 92.000 millones de euros, equivalente a casi el 12% del Producto Interior Bruto (PIB), algo que el ministro de Finanzas, Wopke Hoekstra, calificó que sólo sucede en «tiempos de guerra».
En un documento oficial sobre el efecto económico de la Covid-19, enviado hoy al Parlamento, el Ejecutivo adelantó «cambios significativos» en el presupuesto de 2020 «debido a la crisis del coronavirus», pese a que «aún no ha finalizado ni la mitad del año».
«El gabinete espera una contracción económica significativa, puede contar con ingresos tributarios significativamente más bajos y también está gastando mucho dinero en medidas de apoyo», precisó el memorando citado por la agencia de noticias EFE.
«La magnitud de la contracción, el agujero que dejan los ingresos fiscales y lo que finalmente se gastará en apoyo es extremadamente incierto ante esta tormenta», agregó.
El pronóstico preliminar aproximado para 2020 es un déficit del 11,8% del PIB, alrededor de 92.000 millones de euros, y «esa es la mejor estimación que se puede hacer ahora, pero está rodeada de grandes incertidumbres y sabemos que cambiará durante el año».
Por otra parte, la nota recordó que ante este contexto de «circunstancias excepcionales» la Unión Europea (UE) autorizó a los países «a exceder el límite del 60% del PIB en deuda pública», y Países Bajos espera llegar a 65,2%.
Ante este panorama, Hoekstra admitió que el déficit que se espera es «enorme».
«Esto en realidad no ocurre fuera de los tiempos de guerra, el presupuesto puede ir a la basura porque los efectos económicos de la emergencia sanitaria suponen una crisis sin precedentes», dijo el ministro.
El titular de Finanzas señaló que los tres meses del paquete de emergencia destinado a las medidas de apoyo financiero durante la crisis del coronavirus costarán al país entre 35.000 y 45.000 millones de euros en ganancias perdidas de primas e impuestos.
Durante esta emergencia sanitaria, particulares y empresarios pueden pedir el aplazamiento de los impuestos sobre la renta, las empresas, la facturación y los sueldos y, aunque la intención es que los impuestos se paguen más tarde, el gobierno reconoció que esto no se puede esperar en todos los casos, porque muchas empresas irán a la quiebra.