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Paz acompaña a Brisa

Se entregó el primer carnet de identificación a un perro de asistencia


Brisa, una niña de 9 años con discapacidad motriz recibió la identificación que habilitará a su perra Paz a ingresar con ella a lugares de acceso público, según reglamenta desde 2008 la ordenanza 8280. El acto de entrega se realizó este viernes y contó con la presencia de la intendenta Mónica Fein.

La niña padece atrofia muscular espinal y está acompañada por Paz, una perra labradora que a partir de ahora cuenta con la identificación que le permitirá ingresar sin restricciones a todos los espacios donde concurra su dueña.

“Genera mucha emoción ver cómo una niña como Brisa, que tiene una discapacidad motriz, se puede unir con Paz y generar así una mejor integración. Este tiene que ser un ejemplo para todos los ciudadanos, para que sepan que Brisa y Paz son una sola y que pueden entrar a cualquier lugar y desarrollar una vida en común”, expresó la intendenta, destacando el valor de contar con un carnet que oficialice una tarea tan importante como la de Paz.

Desde la Dirección de Discapacidad de la Municipalidad de Rosario, destacaron la necesidad de dar a visibilizar al caso de Paz y Brisa para que la ciudadanía comprenda la importancia de los perros de asistencia y cómo convivir con ellos con respeto y conciencia. Paz no es una mascota, sino que es un apoyo para Brisa como lo es también su silla de ruedas.

“El reconocimiento a Paz es notar la discapacidad de mi hija y de muchos otros chicos. Es una forma clara de que la gente y la sociedad se dé cuenta que de que existen perros de asistencia y que sepa que dejarlos ingresar a los lugares es una forma de integrar a las personas con discapacidad”, afirmó Sebastián Vanzini, el papá de Brisa.

Paz fue asignada a Brisa desde el programa Huellas de Esperanza, dependiente del Servicio Penitenciario Federal. Tras algunas instancias de adaptación a lo largo del año, la perra convive con la familia Vanzini de forma definitiva desde mitad de julio.

La propia Brisa contó cómo fue el proceso por el cual Paz llegó a su familia: “Una amiga de mi mamá nos contó del programa. Nos contactamos, nos fuimos reuniendo y conocimos a Paz. Empezamos a ir a verla, a los entrenamientos”.

En el plan Huellas de Esperanza, reclusas del Centro Federal de Detención de Mujeres (Unidad 31 de Ezeiza), crían a cachorros desde los 45 días para que luego, junto a una instructora, los perros puedan ser entrenados y destinados a ayudar a distintas personas con discapacidades motrices. De no mediar inconvenientes y tras algunos días de convivencia, es entregado a su dueño en forma gratuita.

Este tipo de perros están especialmente entrenados para abrir y cerrar puertas, cajones y heladeras, alcanzar y levantar objetos del suelo y prender y apagar luces e interruptores, entre otras cosas. Estas son algunas de las 30 órdenes que Paz recibe de Brisa, asistiéndola así en su vida cotidiana.

Me trae cosas, me abre puertas, cajones. Me ayuda mucho. Ahora yo no le pido a mi familia que traiga cosas, sino que me las trae Paz”, afirmó Brisa, quien también asiste a su clases de inglés y catequesis acompañada de Paz. La familia se encuentra en tratativas con el colegio para que la perra pueda ingresar junto a su pequeña dueña.

La ordenanza municipal 8280 del 2008 (y su modificatoria 9289/2014) dio luz verde a la utilización de los perros de asistencia en cualquier ámbito de la ciudad, en tanto que establece por objeto garantizar el derecho al acceso, circulación y permanencia de las personas con discapacidad usuarias de «perros de asistencia» a cualquier lugar público, de atención al público, a lugares privados de acceso público y a todos los transportes públicos de pasajeros en el ámbito de la ciudad de Rosario.