CLG dialogó con Fernanda Gigliani, autora de la inciativa, quien cargó contra el Estado Municipal: "En seis meses la empresa Movi incorporó a 55 hombres y a ninguna mujer"
Este lunes el Concejo Municipal comenzó a trabajar la modificación de la ordenanza que establece la incorporación de mujeres como choferes en los ómnibus rosarinos. El tratamiento surge del reclamo de un grupo de mujeres y de los dichos de Manuel Cornejo, titular de la UTA Rosario, quien aseguró que «el cuerpo de la mujer no está preparado para manejar un colectivo».
El jueves pasado los concejales recibieron el reclamo de un nutrido grupo de mujeres, algunas que están conduciendo unidades del Transporte Urbano de Pasajeros y otras que aspiran a hacerlo, quienes exigieron el cumplimiento de la ordenanza que plantea la cobertura equitativa de los cupos de chóferes en el sistema del TUP.
CLG dialogó con Fernanda Gigliani, autora del proyecto, quien dio detalles sobre los principales cambios planteados y sobre el presente de las colectiveras en la ciudad: «El proyecto ingresó al Concejo hace más de un mes. Lo elaboramos en conjunto con colectiveras y con mujeres que actualmente son choferes de taxi pero que quieren conducir colectivos».
«Las modificaciones consisten en hacer extensiva la obligación de incorporar mujeres a las empresas privadas. Hasta ahora la ordenanza actual sólo obligaba a la empresa estatal y planteaba la firma de algunos convenios con empresas privadas, de los cuales seguramente no se debe haber firmado ninguno», agregó.
Además, Gigliani cargó contra el gobierno municipal y la empresa estatal Movi: «La representante legal de las colectiveras recibió el viernes un informe donde queda corroborado que en seis meses se incorporaron 55 hombres y ninguna mujer en la empresa Movi«. Y agregó: «Para que eso no ocurra tiene que haber un informe trimestral de cuántas son las incorporaciones y cuál es la especificación, si es a plazo fijo o si es de tres meses, como venía ocurriendo con las mujeres que eran tomadas en empresas privadas».
Por otra parte, la concejala se refirió a los repudiados dichos de Manuel Cornejo, titular de la UTA Rosario, quien había asegurado que «el cuerpo de una mujer no está preparado para manejar un colectivo»: «Sus declaraciones claramente son misóginas, pero nos dieron una gran oportunidad, porque a partir de allí el Concejo aceleró el tratamiento de este expediente y se pudo juntar a las conductoras para este reclamo. También quedó demostrado que el Estado Municipal es hipócrita porque cuestiona sus declaraciones pero hace 13 años que la ordenanza está vigente y no incorporó a una mujer en la empresa Movi«.
Gigliani ahondó sobre el proyecto que se trata este lunes en el Palacio Vasallo: «También se incorpora en la ordenanza la famosa creación de un registro de mujeres conductoras, para el cual dimos un plazo de diez días. La idea es que se sumen a ese registro las mujeres que ya fueron incorporadas a partir de un decreto del Concejo y todas aquellas que deseen ser colectiveras». Y añadió: «El proyecto plantea sanciones administrativas por incumplimiento de la ordenanza. Las sanciones van desde uno hasta tres sueldos básicos de un colectivero por mes de incumplimiento».
Repercusiones tras la reunión
«Esperábamos un despacho favorable a las otras comisiones, y eso no ocurrió. Desde el oficialismo plantearon la posibilidad de hacer algunas modificaciones al texto. Nos llevamos un compromiso para que el Concejo apruebe esto sí o sí el jueves», dijo Gigliani, en diálogo con la prensa.
Una de las choferes que estuvo presente en la reunión con los ediles fue María Álvarez, quien expresó: «Está muy clara la discriminación que hay contra la mujer en el servicio de transporte urbano de pasajeros. La ordenanza apunta a la incorporación en iguales condiciones que los hombres, simplemente pretendemos que se cumpla».
«Somos muchas las que aspiramos a ser colectiveras y fuimos muchas las que quedamos en el camino desilusionadas por las trabas que ponían las empresas, principalmente Movi. Estamos todas unidas y cada día se suman más», completó.
«Tenemos 15 años de antigüedad en el transporte interurbano, experiencia, capacidad y ganas de trabajar no nos faltan. Lo que falta es la decisión política para incorporarnos», concluyó.