Los miedos y los nervios ya pasaron. El pequeño sonríe en los brazos de su madre en la Maternidad del Roque Sáenz Peña. Pero su nacimiento quedará marcado siempre por una hermosa anécdota.
La mujer y su pareja, Ariana y Ángel, comenzaron el día sin saber que iban a ser padres, y menos que el hombre se convertiría en partero. Pañuelo blanco para mostrar la emergencia, un patrullero atrás, los tres se dirigían por San Martín rumbo al hospital a bordo de su Renault 12. Sin embargo, Ariana no aguantaba más.
El pequeño estaba ansioso. Entonces Ángel se puso el traje de partero. Frenó el auto en San Martín y Sánchez Bustamante, le pidió a su pareja que se siente en el asiento de atrás, y con la ayuda de un policía, se produjo el inesperado nacimiento ante las atónitas miradas de los transeúntes.
“Apenas le bajé el pantalón ya vi la cabecita que asomaba”, manifestó Ángel con más tranquilidad en el Roque Sáenz Peña a El Tres. Ángel actuó con seguridad que, según él, todo lo realizado lo aprendió de los partos que pasan en las series de televisión.
“Tenemos una felicidad enorme”, dicen ahora mamá y papá mientras Bastian duerme.