A través de un decreto publicado hoy en el Boletín Oficial, el mandatario concretó la declaración, ante la que ahora deberá intervenir la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos. En la norma, se indicó que «la relación argentino- norteamericana, iniciada en el despunte del Siglo XIX, fue consolidándose a lo largo del mismo y no sólo en el ámbito institucional sino también en diversas disciplinas donde se produjeron crecientes conexiones e intercambios». También se indicó que «hacia el año 1900 el desarrollo de ambos países, el liderazgo que cada uno ejercía en los extremos del continente y una creciente conciencia panamericana, hizo que la necesidad de diálogo entre Estados Unidos de América y la República Argentina apareciera como un componente importante del escenario político internacional». Tras destacar el origen del edificio, la norma destacó que en «el año 1929, luego de ser ocupado por la familia Bosch desde 1917, el Embajador de los Estados Unidos de América, Robert Woods Bliss, propuso la compra del palacio a Ernesto Bosch, quien aceptó venderlo al Gobierno de los Estados Unidos como sede de su Embajada en la ciudad de Buenos Aires y que aún continua con esa función como residencia del Embajador». La norma llevó las firmas del presidente Macri, del jefe de Gabinete, Macros Peña y del ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro.]]>
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