En las próximas semanas el Congreso de la Nación recibirá el proyecto de ley y antes de eso se abrió un debate entre la opinión pública. CLG salió a la calle y consultó a los rosarinos
A principios de marzo, España sancionó en su Parlamento la ley de Eutanasia y el suicidio asistido. Semanas antes, Portugal había hecho lo mismo. Países Bajos, Bélgica, Luxemburgo, Canadá y Colombia son algunos de los otros países que tienen este derecho. ¿Y Argentina? En las últimas semanas resurgió la posibilidad de que el Congreso, por lo menos, debata la posibilidad de adquirir una norma en cuanto a esto.
El proyecto, que será presentado en las próximas semanas, está impulsado por Gabriela Estévez, la diputada nacional del Frente de Todos y tiene como fundamento la historia de Alfonso Oliva, un hombre de 36 años que falleció en 2019 tras haber tenido ELA (Escleorosis múltiple lateral), una enfermedad neurodegenerativa.
Alfonso empezó con problemas en el habla, siguió con problemas en los músculos y la enfermedad avanzó. En tres años pasó de patear una pelota a dejar de mover las manos, dejar de abrazar, dejar de caminar hasta solo mover los ojos para comunicarse. Y antes de morir le hizo prometer a su médico personal, Carlos Soriano, que iba a pelear por una ley de eutanasia y suicidio asistido.
Es así que Soriano comenzó a redactar el proyecto que llegará a la Cámara Baja en este 2021.
Frente a esta posibilidad rápidamente se abrió el debate en la sociedad y CLG fue a buscar la opinión de los rosarinos.
Las voces fueron encontradas entre los que apoyaron el proyecto y quienes dudaron moralmente de ese accionar.
«Si estuviera en un estado terminal preferiría que lo hicieran», señaló una mujer con seguridad. Mientras, de la otra vereda, otra manifestó: «Es muy difícil porque la vida te la da Dios y te la quita él».
Otra planteó legalizar la eutanasia «para que cada uno decida» debido a que hay enfermedades «en las que no hay vuelta atrás».
Muchos mostraron su inseguridad a la hora de hablar del tema y se mostraron dubitativos a la hora de pensarlo. «Es un tema sensible, que es necesario analizarlo y avanzar», aseveró un rosarino.
Otro, más decidido, destacó: «Está muy bien eso, cada uno tiene derecho a decidir lo que hace con su vida».
Por último, una mujer pensó en el padeciente y remarcó: «Cuando la persona está sufriendo tanto está muerta en vida, con la eutanasia cortas con el sufrimiento, que no le hace bien a nadie».
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