El Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer fue establecido el 28 de mayo de 1987 durante el V Encuentro Internacional de Salud de la Mujer de la Red Mundial de Mujeres por los Derechos Sexuales Reproductivos. Desde entonces, se conmemora el Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer con el propósito de reafirmar el derecho a la salud como un derecho humano de las mujeres al que deben acceder sin restricciones o exclusiones de ningún tipo, y a través de todo su ciclo de vida.
De esta manera, se considera imprescindible que todas las instituciones públicas, así como toda la sociedad perseveren en el progreso y en el acceso a la salud, consolidando el ejercicio de un derecho universal que permanece todavía en la sombra en muchos lugares del mundo.
«NUESTRA SALUD, NUESTROS DERECHOS, NUESTRAS VIDAS»
«Nuestra salud, nuestros derechos, nuestras vidas», es la consigna que embandera al Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres. El 28 de mayo, los defensores y activistas de todo el mundo de los derechos de las mujeres se están movilizando. Colectivamente, pedirán a los gobiernos ya la comunidad internacional la plena inclusión de la salud sexual y reproductiva y los derechos de la mujer en la Agenda de Desarrollo Post-2015, y respetar, proteger y cumplir el derecho de las mujeres a la salud sexual y reproductiva, la dignidad y la integridad corporal.
La campaña destaca el vínculo a menudo olvidada entre la salud sexual y reproductiva, la dignidad y la integridad corporal y violencia institucional, una forma de violencia contra las mujeres perpetrados por el Estado, en particular sufren las mujeres y las niñas si son jóvenes, solteras, pobres, afectadas de VIH, de diversas orientaciones sexuales o identidades de género, que viven con una discapacidad, o en otras situaciones vulnerables.
La campaña se centra en cuatro casos graves de violencia institucional:
- La negación del acceso a servicios de aborto seguros y legales
- Forzado y esterilizaciones coaccionadas
- Violencia Obstétrica
- La negación de acceso a los anticonceptivos y la anticoncepción de emergencia.
Todas estas son cuestiones comúnmente olvidadas y a menudo normalizadas y aprobadas por los Estados. Actualmente los gobiernos de todo el mundo participan en el proceso de formulación de la próxima agenda de desarrollo en las que deben hacer frente a estas violaciones de los derechos humanos y defender sus compromisos existentes, asegurando un amplio enfoque basado en los derechos de la salud de la mujer, y la contabilidad de todo el espectro de las mujeres y las cuestiones de salud sexual y reproductiva de las niñas, las necesidades y derechos, según publicó Noticiasiruya.
Ahora, en un momento en que los derechos humanos de las mujeres, y particularmente los derechos sexuales y reproductivos continúan siendo violados sistemáticamente en todo el mundo, la movilización dentro y más allá de nuestras comunidades sigue siendo esencial, para resistir cualquier retroceso en nuestros derechos y promover la justicia sexual y reproductiva para todos. A medida que el contexto geopolítico global amenaza con volverse cada vez más regresivo, es más importante que nunca denunciar cualquier intento de restringir los derechos de las mujeres, incluidos los derechos humanos, para decidir libremente sobre todos los aspectos de nuestros cuerpos, nuestras sexualidades y nuestras vidas, libre de la coerción, la discriminación y la violencia.