La caída se produjo entre las 02:00 hora local y las 03:00 hora local (04:00-05:00 GMT) y no provocó víctimas
Las aspas del icónico cabaret parisino Moulin Rouge, ubicado en el distrito de Pigalle, se desprendieron y cayeron al suelo por causas aún desconocidas, informaron este jueves medios locales.
La caída se produjo entre las 02:00 hora local y las 03:00 hora local (04:00-05:00 GMT) y no provocó víctimas, añadieron, informó la agencia de noticias Xinhua.
Las primeras tres letras del cartel de neón rojo también se desplomaron, pero los bomberos descartaron el riesgo de colapso del resto de la fachada del Moulin Rouge.
Fundado en 1889, el famoso cabaret es uno de los lugares de interés frecuentado por turistas.
«El Moulin Rouge, en 135 años de historia, ha vivido muchas aventuras, pero es cierto que para las alas es la primera vez que esto sucede», declaró a los periodistas el director general Jean- Victor Clerico.
En declaraciones que rescató la agencia de noticias Reuters, Clerico añadió: «Un poco antes de las dos de la madrugada, las alas del molino cedieron, cayeron sobre el boulevard que afortunadamente en ese momento estaba vacío de transeúntes. Esta mañana nos sentimos aliviados especialmente al saber que no hubo heridos».
Un portavoz del Moulin Rouge anunció esta mañana que el teatro investigaría la causa del incidente con expertos y aseguradoras.
Clerico aclaró que cualquiera que sea la causa no fue intencional.
El Moulin Rouge se convirtió en un símbolo mundial de la cultura parisina de finales de siglo, con sus famosos bailarines de cancán ampliamente representados en pinturas de artistas de vanguardia de la época, como Henri de Toulouse-Lautrec y Georges.
Seurat.
Hoy en día el público está compuesto mayoritariamente por grupos de turistas.
«Espero que lo reconstruyan de nuevo para que vuelva a ser como siempre ha sido, el antiguo Moulin Rouge», expresó la turista danesa Lise Thygesen.
La turista alemana Florence Chevalier comentó: «Es extraño para mí (el Moulin Rouge), es París. Es como la Torre Eiffel, es París.
Es extraño, no se puede decir de otra manera».
Y no fueron sólo los turistas los que acudieron a ver lo sucedido.
«Lo escuché en la radio. Como vivo en la casa de al lado, quería venir y ver con mis propios ojos cómo era y es muy triste», expresó el residente local Laurence Plu.