Política y Economía

Schmuck propone debatir la eliminación de la bajada de bandera para mejorar la competitividad del servicio de taxis


La presidenta del Concejo Municipal expresó su visión y propuso una flexibilización de las tarifas, argumentando que "la tarifa que fijamos desde el Consejo Municipal hace que el servicio sea poco competitivo"

En Rosario, el debate sobre el servicio de taxis y las aplicaciones de transporte como Uber y Didi se ha intensificado, generando opiniones divididas entre los actores involucrados. María Eugenia Schmuck, presidenta del Concejo Municipal, expresó su visión sobre el futuro de Uber, señalando que «Uber en el mundo llegó para quedarse» y que su presencia es «irreversible». Sin embargo, también reconoció que existe una percepción de ilegalidad en el servicio de Uber y la falta de pago de impuestos por parte de los conductores, un aspecto que preocupa a las autoridades locales.

Uno de los principales puntos abordados por Schmuck fue la competitividad del servicio de taxis en la ciudad. La presidenta propuso una flexibilización de las tarifas, argumentando que «la tarifa que fijamos desde el Consejo Municipal hace que el servicio sea poco competitivo». Según Schmuck, esta es una de las razones por las que muchos rosarinos prefieren optar por aplicaciones ilegales de transporte, que ofrecen precios más atractivos. «Una de las razones por las que la mayoría de los rosarinos están tomando aplicaciones ilegales es por la tarifa», expresó en una entrevista con Alberto Lotuf en el programa Siempre Juntos de Cadena 3 Rosario. La propuesta de Schmuck implica discutir la eliminación de la bajada de bandera y regular las tarifas de los taxis para hacerlos más competitivos frente a las aplicaciones de transporte.

Respecto a la regulación de las aplicaciones, la presidenta del Concejo destacó que la ordenanza que regula las aplicaciones de transporte fue un avance importante para permitir que los taxis operen sin la obligatoriedad de un radio taxi. Además, los conductores ahora deben cumplir con ciertos requisitos, como el uso de aplicaciones para despachar viajes y el pago electrónico. Sin embargo, Schmuck admitió que «no todas las aplicaciones tienen estos requisitos funcionando a pleno», lo que genera un desafío adicional para garantizar una regulación efectiva del sector.

La percepción de seguridad y control sobre el servicio también fue un tema clave en la conversación. Schmuck reconoció que «el factor más importante por el cual la gente se toma autos de aplicaciones ilegales es por la tarifa», pero también resaltó la importancia de un debate más amplio sobre cómo abordar esta cuestión. «Hay que animarse a debatir sobre eso», subrayó, haciendo hincapié en que el control del transporte ilegal no puede depender exclusivamente de los inspectores municipales. «Hacer controles al azar en toda la ciudad es imposible», agregó, lo que pone de manifiesto la complejidad de la situación.

Por último, Schmuck se refirió a la fragmentación existente dentro del sector de los taxistas, un tema que considera clave para encontrar soluciones viables. «Es una de mis tareas» trabajar para construir un consenso entre los diferentes grupos, comentó. A pesar de las dificultades, la presidenta se mostró optimista y abierta al diálogo, destacando la importancia de repensar el servicio de taxis en la ciudad. «Si no nos animamos a pensar diferente, estamos en una fase terminal del servicio de taxis», concluyó.