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Scanners de personas y francotiradores en el operativo de la boda real


Herramientas de aprendizaje automático y de inteligencia artificial se utilizaron hoy durante la transmisión por Internet de la Boda Real británica para automatizar la identificación de los invitados que eran apuntados por las cámaras.

La cadena Sky News implementó una aplicación llamada “Quién es Quién” que permitío a los espectadores conocer en tiempo real y de manera automática quién era la persona que se encontraba enfocada en cada momento.

La técnica usó inteligencia artificial y aprendizaje automático basado en la nube de Amazon para identificar correctamente las caras de las personas que participaban de la ceremonia en la capilla de San Jorge del Castillo de Windsor.

La idea, según señalaron desde la compañía de medios a través de un comunicado de prensa, fue proporcionar al público digital contenido de segunda pantalla para llenar las lagunas durante el evento.

Al respecto, el director de Productos de Noticias y Deportes Digitales de Sky News, David Gibbs, dijo que “esta nueva funcionalidad permite a los espectadores de la Royal Wedding una mayor comprensión de uno de los eventos en vivo más importantes del año, donde sea que se encuentren”.

“Estamos entusiasmados con el potencial del software y la capacidad de ofrecer al público nuevas formas de consumir contenido «, destacó Gibbs.

Las fuerzas de seguridad dispusieron de una amplia red de tecnología de reconocimiento automático de matrículas y colocaron barreras de mitigación de vehículos hostiles (HVM), de manera preventiva, frente a la modalidad de ataques con camiones o furgonetas, como el que ocurrió en el Puente de Londres casi un año atrás.

Los estacionamientos en el centro de Windsor y los ubicados en los alrededores de la avenida Long Walk, el camino por donde pasó la procesión real tras la boda, se cerraron el mediodía de ayer y los residentes que disponían de permisos fueron derivados hoy hacia otras plazas alternativas.

También se controlaron minuciosamente las mochilas y bolsos de todos los asistentes que fueron llegando a la ciudad de 30.000 habitantes, ubicada a 34 kilómetros de Londres.

El operativo de seguridad que costó unos 40 millones de dólares, el más caro implementado en un evento de este tipo, fue cuestionado por la gente; si bien la Corona británica pagaba su costo con el presupuesto que dispone, hubo gastos adicionales a cargo del municipio de Windsor.

La seguridad implicó en total unos 42 millones de dólares, por lo que el gasto en seguridad implicó la mayor parte.

A medida que el público ingresaba a primera hora de la mañana, la policía, que se caracterizó por su amabilidad, auxilió para ubicar a los visitantes sentados en el pasto al costado de Long Walk, la larga avenida de ingreso al Castillo de Windsor, mientras las rutas de ingreso a la ciudad permanecerán cerradas hasta la noche de hoy.

Los residentes que viven dentro del área que se mantuvo cerrada podían salir durante el día, pero no volver a ingresar ya que solo se permitió la entrada de vehículos de servicios de emergencia.

La Policía de Thames Valley, como se la denomina en esa región, tiene una larga historia de eventos reales que van desde la Ceremonia anual «Windsor Garter» hasta visitas de Estado, y más recientemente, la celebración del cumpleaños de la Reina Isabel II.