La empresa de colectivos ERSA dejó de operar en la ciudad de Santiago del Estero y 400 personas se quedaron sin trabajo, entre administrativos, choferes y técnicos. La medida, que fue confirmada por el fiscal municipal Martín Ramos, la decidió la empresa luego de la quita de subsidios del gobierno nacional al considerar que el servicio no es rentable. El boleto de colectivos subió casi al doble: pasó de 10,35 a 19,50 pesos.
«Hemos recibido la notificación que requeríamos a ERSA y finalmente nos ha comunicado su decisión de cesar la prestación de los servicios a partir de este jueves», expresó Ramos, en declaraciones a radio Cadena 3.
El funcionario indicó, en ese sentido, que por contrato la firma debe continuar prestando el servicio hasta que ingrese un nuevo operador.
Por su parte los choferes, agrupados en la Unión Tranviarios Automotor (UTA) vienen realizando desde hace una semana asambleas en reclamo del pago de 2.300 pesos que la firma adeuda desde diciembre.
La UTA emitió un comunicado en el que instó a la compañía a «cumplir con el servicio por un período de tiempo hasta buscar una salida definitiva al conflicto».