El hecho duró más de 10 horas y el final dejó al ladrón y su amigo privado de la libertad fallecidos. El delincuente disparó 300 balazos contra la Policía
Un hombre con antecedentes penales y que padecía problemas psiquiátricos y un amigo al que habría tomado como rehén murieron este martes, mientras que cuatro policías resultaron heridos, durante un sangriento incidente que se prolongó por más de diez horas en un vivienda de la localidad bonaerense de Caseros.
Según confirmaron fuentes policiales a Noticias Argentinas, durante las diez horas en la que el protagonista del hecho, Alejandro Maldonado, de 47 años, se mantuvo atrincherado en la casa ubicada en Tres de Febrero al 3900, realizó al menos 300 disparos contra los efectivos que rodearon el lugar.
Todo se inició cerca de las 23 de este lunes y terminó pasadas las 9.30, cuando efectivos del grupo especial Halcón irrumpieron en la vivienda, abatieron al agresor y encontraron muerto a José Cáceres, de 48 años, aparentemente asesinado por Maldonado varias horas atrás.
El ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, se hizo presente en el lugar y aseguró que el hombre «se encontraba en un delirio paranoico descontrolado» y que todas las instancias de negociación «resultaron negativas».
Berni contó que todo se inició con una situación de violencia de género cuando Maldonado, en medio de una cena, enfureció y tomó por el cuello con la intención de asfixiar a Paula, su pareja, quien cayó desvanecida al piso.
El propio agresor reanimó a la mujer mediante la práctica de RCP, y luego, junto con su hijo menor de edad, la víctima y una amiga de la pareja pudieron escaparse de la casa.
A partir de ese momento se vivieron horas de tensión y violencia, en las que según el ministro fallaron todas las instancias de negociación porque Maldonado, además de sufrir drogadependencia, respondía a los tiros.
Tras diez horas de tensión, los policías del grupo Halcón entraron a sangre fuego en el lugar, para lo que tuvieron que derribar una pared.
Maldonado se enfrentó a los policías munido de dos armas cortas y finalmente cayó abatido.
Antes de morir, el hombre hirió a cuatro policías: dos de ellos recibieron heridas con esquirla, otro en el pecho con entrada y salida, y un tercero fue herido en la ingle, en la zona femoral, y quedó en estado grave.
Los efectivos heridos fueron llevados al Hospital Ramón Carrillo de Ciudadela.
«Estas son las acciones que reivindican a todos los hombres y mujeres que trabajan en la Policía, que arriesgan sus vidas por los derechos de los otros», destacó Berni en la puerta del hospital, tras confirmar que el policía que se encontraba grave es un inspector y había comenzado a ser operado.
Alberto, un hermano de Maldonado, contó que el hombre no trabajaba, «recibía plata de la política porque conseguía votos en un club» y afirmó que también «tenía protección judicial» por los contactos de su pareja.
«A mí me duele mucho, pero mi hermano estaba enfermo», expresó el hombre, dolido por los esfuerzos infructuosos de la familia para intentar ayudarlo.
La causa quedó a cargo del fiscal Carlos Insaurralde, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3, del Departamento Judicial de San Martín.