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San Cayetano: los rosarinos vuelven a homenajear «sin restricciones» al patrono del «pan y del trabajo»


Lo que hay que saber en torno a la jornada: la palabra del párroco Marcelo Franchini con los detalles de la celebración, el mensaje de la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina y un testimonio de vida milagroso

Por Sofía Dalonse

Este domingo se cumplen 103 años de la celebración de San Cayetano en la ciudad. Cada 7 de agosto, miles de fieles rosarinos conmemoran el día del patrono del pan y del trabajo reunidos en la parroquia que lleva su nombre. Este año la jornada tendrá un condimento especial, ya que vuelve a realizarse con absoluta normalidad tras las limitaciones que impuso el coronavirus desde su aparición en 2020.

En diálogo con CLG, el padre Marcelo Franchini, párroco de la Iglesia, manifestó: «Estamos felices porque este año retomamos la celebración sin ningún tipo de restricciones tras la pandemia».

El sacerdote explicó que la jornada festiva se extiende durante todo el día: comienza con un misa desde las 0, donde se abren las puertas del templo y permanece toda la noche abierta. Según detalló, se realizan alrededor 14 misas durante el día, una por hora. La primera del día se lleva a cabo a partir de las 6.

La celebración, según anticipó, contará con la presencia del obispo y el arzobispo de Rosario, Eduardo Martín. Desde las 15.40, iniciará la tradicional movilización de fieles a la plaza Libertad.

Franchini destacó la popularidad de esta fecha y la asistencia de muchísima gente de la ciudad y los alrededores. «Esperemos que después de estas restricciones que hubo se revitalice esta fiesta que es una de las más importantes», indicó.

«No solo es reflejo de la vida social y política de nuestro país, sino que todo el pueblo cristiano tiene gran devoción por San Cayetano, muchísima gente viene por amor a él, es un gran canal de gracia para Dios que bendice a mucha gente. Las personas vienen a agradecer todos los beneficios que recibe de Dios a través de este santo y también a pedir pan y trabajo», expresó el sacerdote.

Y continuó: «Hay muchos testimonios de personas que habitualmente me cuentan que reciben beneficios, consiguen trabajo, gracias y bendiciones para los enfermos por la intersección de este santo».

Al concluir, manifestó: «Es una fiesta que da mucha esperanza, la gente sale muy reconfortada y agradecida;  la comunidad parroquial se prepara en los días previos para recibir a todos, rezando mucho por todos los peregrinos que se acercan, tratando de atenderlos lo mejor posible».

Pan y trabajo, cada vez más necesario en Argentina

La Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) difundió un comunicado previo a la jornada en el que llamó a todos los sectores a trabajar juntos para que a ningún argentino le falte “paz, pan y trabajo”.

«¿Cómo no pedir a San Cayetano que todos los varones y las mujeres de buena voluntad puedan vivir dignamente del fruto de su trabajo? «, expresa el escrito y agrega: «También suplicamos el pan de cada día, que alimenta nuestra vida y que diariamente se hace más inalcanzable a causa de la inflación asfixiante que padecemos y que genera miseria».

El mensaje lleva las firmas del titular de la CEA, Oscar Ojea; de Marcelo Colombo, vicepresidente 1º; Carlos Azpiroz Costa, vicepresidente 2º; y Alberto G. Bochatey, secretario general de la Comisión Ejecutiva.

«¡Cuánto necesitamos este pan en una sociedad agrietada y enfrentada donde no acabamos de entender que “nadie se salva solo” y parece imposible generar proyectos comunes, donde la verdadera brecha se agiganta cada vez más en relación a los últimos, a los que padecen la pobreza y peor aún la indigencia!», señala.

Finalmente, hace referencia puntualmente a la necesidad de un ejercicio de la responsabilidad en los políticos «más allá de los propios intereses». Y concluye: «Así aparecerá en nuestro horizonte la paz y la amistad social, que también están incluidas en ese pedido sencillo y a la vez esencial de paz, pan y trabajo”.

No solo por pan y trabajo: el testimonio de un verdadero milagro

Sentimientos de tristeza, angustia y desilusión invadían el cuerpo de Graciela, tras recibir el resultado del sub beta que se había realizado hacía unos días. En su segundo tratamiento de fertilidad, el análisis para detectar el embarazo volvió a dar negativo. Todo parecía desmoronarse en su alma y en su mente.

Roberto, su pareja, estaba a su lado, como solía hacerlo. La acompañaba con su silencio, un silencio abrazador que emanaba calma y contención.

Al salir de la clínica, se dirigieron a buscar el auto, que se encontraba a cuatro cuadras. Graciela dio unos pocos pasos y frenó al ver algo en el piso que llamó su atención. Se trataba de una espiga con la imagen de San Cayetano.

«Me agaché y junté la espiga, lo sentí como una señal y la angustia desapareció por completo«, expresó la mujer.

Fotografía que brindó el testimonio de la espiga que aún conserva

 

Todo ocurrió el 7 de agosto del año pasado, era un sábado y la fecha coincidía con la conmemoración del «Día de San Cayetano». Desde su infancia, Graciela es devota de este santo: «Desde muy chica, con lluvia, frío o calor fui a la procesión con mi mamá y nos quedábamos en la misa que se celebra en la plaza, ubicadas siempre en el mismo lugar, donde está la imagen de San Cayetano que va girando«, contó.

El testimonio retomó el relato del acontecimiento y manifestó: «La angustia del pecho se transformó en lágrimas pero eran de emoción, sentía alegría. Se lo comenté a Roberto e inmediatamente fuimos a comprar un test de embarazo».

El resultado de la prueba dio positivo, al igual que el sub beta que repitió días después. Increíblemente, estaba embarazada.

Este domingo 7 de agosto Graciela irá como de costumbre a la «fiesta de San Cayetano», esta vez acompañada de su pareja y de Andrés, su bebé de cuatro meses que será bautizado próximamente en esa parroquia. «Estaremos presentes ni más ni menos que para agradecer semejante milagro», cerró.