El ministro de Seguridad habló con CLG Radio sobre el diagnóstico de la gestión anterior, la situación de la Policía y los planes para revertir el conflicto de la inseguridad
La inseguridad no es un tema menor en la provincia de Santa Fe y, menos aún, en Rosario. El narcotráfico, las balaceras y los robos se volvieron una constante en la agenda de los vecinos y de los medios. Muchas veces, provocando la exigencia a las autoridades de mayor acción policial y judicial para contrarrestar esta dura realidad.
El ministro de Seguridad de Santa Fe, Marcelo Sain, se expresó en detalle sobre varios de los puntos que preocupan a muchos en una extensa charla con CLG Radio. El funcionario habló sin tapujos sobre el diagnóstico que hicieron una vez que llegaron a la administración, sobre la situación compleja que atraviesa la fuerza policial y también sobre los proyectos que han encarado para modificar esto a largo plazo. «Gran parte de los problemas que tenemos en criminalidad en Rosario se la debemos al mal desempeño de la Justicia Federal», afirmó.
¿Cuál era el estado de la seguridad al comenzar el mandato?
Según un informe del ministerio actual, entre 2014 y 2019 casi 7 de cada 10 homicidios en la provincia se llevaron a cabo usando armas de fuego. «Nosotros publicamos estadísticas por dos razones: primero, por un principio de transparencia; y segundo, para mostrar que no es responsabilidad de ninguna gestión institucional, sino que es una trama social, económica y política más compleja», comenzó.
«Acá se mata y se muere por negocios económicos criminales que terminan siendo usufructuados por sectores medios y altos que reclaman por la seguridad», aseguró. Entonces, especificó: «Hay sectores que aparentemente no están vinculados y lavan el dinero. No conozco ninguna barriada popular donde haya búnker de venta de droga que sea rica y donde se reinvierta lo que genera el narcotráfico».
Sain aseveró: «Yo quiero concientizar en estas cuestiones. Me tocó a mí, con el agravante de que el que comunica estas cosas no es una persona querida». «Yo no soy candidato a nada, si fuese candidato a algo te miento un poquito. Eso a mí me convertiría en una persona exitosa en seguridad. Pero la relación mía con la prensa y la sociedad va a ser muy transparente», declaró. Y sintetizó: «A la gente hay que contarle el estado de situación, no hay dos o tres medidas que solucionen esto».
De todas maneras, no dejó de aclarar: «No se llega a este estado por el desdejo de una gestión gubernamental, sino por un par de décadas de desatención que compromete a todos los sectores de la provincia».
¿Cuál es el estado de la fuerza policial provincial?
«Estoy terminando un informe sobre el estado de la policía. El 93 por ciento de las unidades operativas de base de la provincia no supera la dotación de 30 policías», empezó. Y añadió: «Casi la totalidad de las unidades destinadas a prevenir el crimen no son verdaderos dispositivos operacionales, porque con 30 personas no podés hacer mucho».
En otro sentido, reveló: «El 53 por ciento de los de las unidades hacen tareas operaciones y el 47 por ciento tareas administrativas. Tenemos una policía administrativa, por eso no se ve gente en la calle». «El 63 por ciento de la Regional 1 (Santa Fe) está en tareas administrativas. Le estamos poniendo luz a esto y hemos desarrollado un proyecto para revertirlo», agregó.
«Lo hemos hecho tratando de identificar buenos jefes de policías», anunció, aunque señaló que no era una tarea fácil. Por lo que manifestó: «Que vos tengas 20 o 30 años no te hace más capaz que otras personas que han tenido la capacitación pertinente».
En cuanto a las acciones concretas, declaró: «Estamos tratando de volcar gente a la calle y adquirir nuevos medios de intervención operacional. Tenemos dificultades porque las fábricas cerraron en cuarentena y no tenemos empresas que nos puedan proveer». «Tenemos que comprar camionetas, patrullas, sistema de armas», enumeró.
Así, volvió a remarcar los antecedentes que llevan a esto: «No se llega porque en diciembre sacamos a todos los policías, sino que son décadas de desatino, de achicamiento, de desinversión, de falta de capacitación y de compra de tecnología».
«El comisariato que gobernó esta policía es el responsable de este desatino. Si no mejoramos esto nosotros, no lo hace nadie», sostuvo el ministro. Para profundizar, explicó: «Todo lo que es la norma orgánica de las comisarías, es del año 72. El reglamento de organización de unidades operativas es del 77. ¿No pasó nada en ese tiempo como para que aún estén vigentes?».
Para Sain, eso muestra «la impronta netamente conservadora». «Los jefes no han puesto en tela de juicio esto. Ellos quieren mucho la institución policial, pero la han hecho mierda (sic) en pedacitos. En segundo lugar, muestra la desidia de la política frente a la institución policial. ¿Nunca nadie vio esto?», disparó.
De cara al futuro, indicó: «El diseño que estamos proponiendo necesita dos años de transición.,con una comisión de ejecución y una de seguimiento». «Lo que vamos a tener que hacer es un rediseño total. No hay mapeo criminal, se larga a la policía a la calle con lo que se tiene y cada turno se maneja con lo que tiene y con lo que puede», añadió. «Esto lo tenemos que resolver entre todos, es responsabilidad del sistema político. Acá nadie puede tirar la primera piedra», cerró sobre ese tema.
¿Qué pasa en los barrios?
«El Estado se ha retirado de los barrios», sentenció. El ministro hizo un análisis sobre la situación social: «En las barriadas populares, donde tenés abandonos históricos y desocupación estructural, tenés población que no está ni forma parte de las regulaciones básicas ni del sistema de servicio. ¿Por qué razón no se van a dedicar a la venta de drogas?».
A su vez, consideró: «Gran parte de esas barriadas se han convertido en una economía de sustitución». «Y hay algo mucho más grave: muchos chicos se identifican con la figura del narcotraficante. No conocen la cultura del trabajo», remarcó. «Se criaron en una cultura donde la violencia es algo positivo, donde todo termina abasteciendo a consumos de alta gama», resumió.
«Nosotros tenemos que lograr integración social de alguna otra manera, estamos trabajando, pero va a demorar bastante tiempo. Esto va más allá de Santa Fe, compromete a todo el país», determinó.
En cuanto a la acción y al compromiso de otros dirigentes, comentó: «El actual intendente de Rosario, Pablo Javkin, es una persona muy sensibilizada por esas cosas y estamos trabajando». «En 15 o 20 días vamos a empezar la intervención en dos barrios en Rosario. Vamos a sentarnos en el lugar, con varias oficinas. Yo voy a atender en esos lugares», avisó.
Además, contó: «Vamos a intervenir con la gama de desarrollo social. El objetivo es empoderar, capacitar la dirigencia social de los barrios. Si no es una visión gorila. Vamos, trabajamos desde afuera, no entramos muchos y salimos. Una vez que salimos se acaba la política de integración».
«Habrá que hacer inversiones más estructurales. Llevar la ciudad y el sector privado a esas barriadas y colocar a esa gente en alguna actividad de carácter productivo», adelantó. E insistió: «Tiene que ser un compromiso general. Sin eso no va a haber seguridad».
¿Cuál es la situación de la Justicia Federal en la provincia?
«Gran parte de los problemas que tenemos en criminalidad en Rosario se lo debemos al mal desempeño de la Justicia Federal», analizó. A lo que agregó: «Eso es así desde hace mucho tiempo y se lo dijimos al Presidente».
De todas maneras, aseguró: «En Santa Fe sabemos que tenemos que solucionar estos problemas con los santafesinos. Vemos que hay cierta pereza de las fuerzas federales». «Nos dimos cuenta de que el gobierno federal tiene otras prioridades que no pasan por Santa Fe, pese a lo que dijo el presidente en la Asamblea el 1º de marzo», advirtió.
«Necesitamos fiscales que investiguen. En esto, la Justicia Provincial es un ejemplo frente a la Federal», enfatizó. A su vez, destacó: «En Rosario, hay dos fiscales que van por todo nada más. Pero la Justicia Provincial demostró que es posible, aún no teniendo competencia sobre ciertos delitos».
En cuanto al accionar de la Justicia Federal, manifestó: «Está ausente y hay que resolverlo. Para nosotros es la aplicación inmediata del Código Procesal Penal. No hay que crear más, sino fortalecer lo que existe».
«Yo no puedo revertir la situación de inseguridad de un día para el otro, sino en el marco de un proceso de reforma institucional», señaló. Y finalizó: «No hay que mentirle a la gente. Lo único que a mí me motiva es hacer las cosas bien».