El 9 de abril de 1998 el ex DT de la selección argentina de básquet Guillermo Vecchio se reunió con el mejor jugador de la historia. Pero no hubo acuerdo. Conocé cómo fue la historia
La leyenda de básquet Michael Jordan, resignificada por estos días a partir de la serie «El último baile», rechazó un millón de dólares para visitar por unas horas Buenos Aires en 1998.
La historia se conoció por un relato del periodista Alejandro Delgado Morales, testigo de una exclusiva reunión entre el astro, el argentino Guillermo Vecchio, ex director técnico del seleccionado nacional básquet, y el entrenador Mike Fratello, que por entonces tenía a su cargo la franquicia de Cleveland Cavaliers.
Corría abril de ese año, justamente el que recorre la producción fílmica emitida en Netflix, cuando Vecchio le propuso al periodista una misión excitante: acompañarlo a Estados Unidos para contratar al seis veces campeón de la NBA con el objetivo de que diera una clínica en Argentina.
Eran tiempos de la Ley de Convertibilidad, Vecchio tenía el mandato de inversores privados para concretar la oferta y había encontrado en Fratello el nexo para llegar hasta la estrella de los Chicago Bulls, que se encontraba en plena campaña rumbo al tricampeonato consecutivo del básquetbol estadounidense.
Junto a Delgado Morales, con el que mantenía una fluida relación desde del Mundial Argentina 1990, el entrenador argentino se embarcó en un vuelo de American Airlines hasta Boston y luego partió a Chicago para formular la propuesta: un millón de dólares para viajar a Buenos Aires menos de un día.
El encuentro con Jordan se produjo en una de las oficinas del United Center, después de la derrota que los Cavaliers le endosaron a los Bulls (91-85), la noche del 9 de abril, en uno de los últimos partidos antes del inicio de la postemporada.
MJ -cuenta Delgado Morales en su blog- no parecía muy afectado por el marcador, acaso consciente de que el final de la campaña le reservaría una nueva consagración ante los Utah Jazz.
Vestido con un ambo azul, camisa blanca, corbata de tono amarillo, amable y de buen humor, escuchó la oferta y respondió: «Tengo la agenda completa este año, hablemos el próximo».
Con 93,8 millones de dólares percibidos como salario en sus 16 años en la NBA era lógico que la proposición no lo conmoviera. Jordan, la figura más grande de la historia del básquet mundial, nunca visitó la Argentina pero acaso esa noche fue cuando estuvo más cerca de hacerlo.