La lesión de Maxi Rodríguez fue una mala noticia en medio de la euforia de un triunfo que permitió consolidar en los números este buen inicio del ciclo Bidoglio.
Es imposible reemplazar a Maxi. Su jerarquía es exclusiva y pensar en un jugador parecido dentro del plantel no tiene sentido. La misión del DT será encontrar alguien que se amolde a la idea de juego. Y todo indica que Victor Figueroa será el elegido.
Con Figueroa el equipo tendrá más generación de fútbol -al menos intentará eso- pero perderá algo de peso en el área rival. No está mal tener alguien que ayude al Gato en la tenencia, el partido de San Lorenzo es un ejemplo para corregir errores. Y con River puede suceder algo similar. Retroceder y darle la pelota al rival puede ser fatal. Y Bidoglio tiene que haber aprendido la lección.
El otro punto a suplir es la falta de gol. Con Maxi se va uno de los más productivos en la red rival, un jugador que siempre se da maña para tener una chance de gol. Por eso debe aparecer el nueve, sea Alexis o el Polaco. Y también ajustar la mira Insaurralde, que necesita aportarle gol a su juego para alejarse de las odiosas comparaciones con Amoroso.
El choque ante River siempre es complicado. Y sin Maxi mucho más. Una prueba más para este Newell’s de Bidoglio que por ahora supo sortear los obstáculos que fueron apareciendo.