El 26 de septiembre se detectaron cuatro grandes fugas en los gasoductos Nord Stream 1 y 2 frente a la isla danesa de Bornholm, dos en la zona económica sueca y dos en la danesa
Rusia acusó hoy al Reino Unido de estar implicado en las explosiones que provocaron fugas en los gasoductos Nord Stream 1 y 2 en el mar Báltico, lo que generó una respuesta del Gobierno británico, que denunció al Kremlin de «difundir falsas afirmaciones» para «desviar la atención de su desastrosa gestión de la invasión ilegal de Ucrania».
«Representantes de una unidad de la Marina británica participaron en la planificación, suministro y ejecución del acto terrorista en el mar Báltico el 26 de septiembre para dañar los gasoductos Nord Stream 1 y Nord Stream 2», indicó el Ministerio de Defensa ruso en Telegram, citado por la agencia de noticias AFP.
La cartera de Defensa británica rechazó esas acusaciones y también las realizadas hoy por Moscú sobre el papel de Londres en el ataque con drones contra la flota de la armada rusa en el Mar Negro.
«Para desviar la atención de su desastrosa gestión de la invasión ilegal de Ucrania, el Ministerio de Defensa ruso recurre a la difusión de falsas afirmaciones de dimensión épica», señaló en Twitter.
El Kremlin se quejó en reiteradas ocasiones de que no fue incluida en la investigación internacional sobre las filtraciones de los gasoductos Nord Stream que conectan su territorio con Europa y que se produjeron tras un supuesto sabotaje.
La justicia sueca anunció ayer su intención de realizar una nueva inspección de los gasoductos, al igual que el consorcio Nord Stream, que envió un barco civil con bandera rusa.
El 26 de septiembre se detectaron cuatro grandes fugas en los gasoductos Nord Stream 1 y 2 frente a la isla danesa de Bornholm, dos en la zona económica sueca y dos en la danesa.
Las inspecciones submarinas preliminares reforzaron las sospechas de sabotaje, ya que las fugas habían sido precedidas por explosiones.
Desde el conflicto de Ucrania, los dos gasoductos, que unen a Rusia con Alemania, quedaron en el centro de las tensiones geopolíticas, avivadas tras la decisión de Moscú de cortar el suministro de gas a Europa en supuesta represalia por las sanciones occidentales.