El opositor, que todavía lucha por su vida, fue trasladado a Alemania donde permanece hospitalizado
La portavoz de Alexei Navalny dio validez a un artículo en el que se informa que el opositor ruso estaba siendo vigilado de forma estrecha por la policía antes de caer en coma esta semana, en lo que sus partidarios creen que se trató de un envenenamiento.
Kira Yarmysh, vocera del dirigente opositor al Kremlin, se refirió al artículo publicado por Moskovsky Komsomolets, en el que fuentes policiales aseguraron que estaban siguiendo los movimientos y reuniones del político en Tomsk, ciudad ubicada en Siberia.
El artículo describe un operativo en el que se identificó el departamento donde se hospedaba Navalny rastreando una entrega de sushi a un ayudante e incluso se lo siguió durante un viaje corto para nadar por la noche en el río Tom.
«El alcance de la vigilancia no me sorprende en absoluto, ya lo sabíamos», declaró Yarmysh durante una escala en la ciudad de Novosibirsk, informó la agencia de noticias Europa Press. «Pero es asombroso que no hayan dudado en contárselo a todo el mundo», agregó en respuesta a la información publicada por el diario moscovita que detalla los movimientos de Navalny en los días previos a que se enfermara gravemente y entrara en coma.
Navalny, que todavía lucha por su vida, se enfermó el jueves pasado en un vuelo a Moscú y fue trasladado a Alemania donde está hospitalizado. El artículo afirma que, dado el nivel de vigilancia bajo el que estaba Navalny, solo pudo haber sido envenenado en el aeropuerto o en el avión de regreso a Moscú, cuando cayó enfermo.
Navalny, uno de los principales opositores al presidente ruso, Vladimir Putin, fue ingresado en una unidad de terapia intensiva de la ciudad siberiana de Omsk, después de sufrir una descompensación a bordo del avión.
Sus seguidores afirman que el político fue envenenado con un té que tomó justo antes de subir a la aeronave y acusan al Kremlin de estar detrás de su enfermedad y del retraso para trasladarlo de un hospital a otro.
Finalmente, Navalny voló a Alemania el sábado para recibir tratamiento de emergencia en el hospital Charité de Berlín, el mismo hospital que en 2018 trató a Pyotr Verzilov, otro disidente ruso internado por un presunto envenenamiento.
La esposa de Navalny y su asistente Leonid Volkov lo visitaron en el hospital de la capital alemana informó el diario británico The Guardian. Si bien sus partidarios y familiares insisten en que Navalny fue envenenado, los médicos que lo atendieron en Rusia negaron la hipótesis y explicaron que el diagnóstico más probable es un cuadro del trastorno metabólico, cuya caída de azúcar en sangre pudo haber causado la pérdida de conocimiento.