En una entrevista con CLG, el concejal de Juntos por el Cambio habló del presente de la coalición que integra y dejó en claro que está muy cerca del actual jefe de Gobierno porteño
Tras la reciente reaparición pública del ex presidente Mauricio Macri y las diferencias en el interior de la coalición que lo llevó al gobierno, tanto a nivel nacional como en el territorio santafesino, CLG dialogó con Roy López Molina, un indiscutido referente de Juntos por el Cambio en Rosario, quien realizó un detallado análisis de la actualidad. Expresó su coincidencia con la forma de gestionar del jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y afirmó que “ser un relator de las angustias del presente, no te transforma en opositor”. “Nosotros pretendemos ser desde la oposición una opción y una alternativa de gobierno”, añadió.
El vicepresidente primero del Concejo Municipal de Rosario se refirió a un “proceso de renovación muy fuerte que se está dando en Juntos por el Cambio”. “Obviamente que la opinión del ex presidente tiene importancia para todo Juntos por el Cambio, que está debatiendo nuevos liderazgos, con propuestas alternativas a futuro, en un contexto de mucha dificultad”, analizó.
“La crisis y la profunda división que hoy se percibe en la sociedad argentina necesita de una dirigencia política que tome noción de que profundizar la grieta, es profundizar esa decadencia”, afirmó López Molina. Y agregó: “La mirada de futuro, la mirada de un diagnóstico difícil pensando en las propuestas que nuestro espacio puede llegar a presentar como solución a este drama que atraviesan los argentinos es la gran discusión que hoy estamos atravesando en Juntos por el Cambio. Es sana y hay que promoverla”.
De esta manera, el edil rosarino consideró a la fuerza política que integra como “un espacio que se muestra con diferentes visiones”, entre ellas las del ex presidente, y muestra al espacio como “dinámico, activo”.
“Nosotros nos sentimos muy representados por la forma de encarar la política de Horacio Rodríguez Larreta. Ha demostrado que en el distrito con más posibilidades de contagio, que al principio de la pandemia se percibía con mayores desafíos, con gestión, con proyectos, con un equipo de gobierno sólido, ha logrado amesetar los contagios”, aseguró López Molina. Y agregó: “Es de aquellos dirigentes que nos ofrece una mirada distinta de oposición en este contexto”.
En este sentido, el concejal de Juntos por el Cambio habló del tipo de oposición de la que se considera parte. Una oposición que sea “constructiva, razonable, sin renunciar a la firmeza y haciéndose cargo del futuro”. Si bien consideró que el presente es sobre todo responsabilidad del que le toca gestionar actualmente, desde la oposición corresponde acercar propuestas.
“Hoy la gente la está pasando realmente mal y lo que espera de su dirigencia política es que ofrezcan sueños distintos que generen esperanza. Creo que Horacio tiene esa voluntad de apertura. Creo que Juntos por el Cambio es una coalición que ha tenido una fortaleza a la hora de gobernar, con defectos, con virtudes. La manera de percibir este contexto difícil de Horacio garantiza esa natural apertura”, indicó.
Roy López Molina también criticó algunas formas del gobierno de Alberto Fernández. “A mí me preocupan los brotes autoritarios del gobierno. No lo voy a negar. Lo que nos puede dar garantías de futuro es tener reglas del juego claras. Si el día de mañana nos levantamos con una decisión distinta del gobierno nacional, que vulnera alguna libertad, eso va a promover mayor necesidad de salir a la calle”, dijo en referencia a las movilizaciones que se están dando en distintos puntos del país en contra de la gestión nacional.
“El único acuerdo que tenemos en la Argentina es que queremos vivir en democracia y en libertad. Todos los otros acuerdos están pendientes, pero me parece que eso no se puede poner en crisis. El diálogo siempre tiene que ser posible. Lo que le falta a la Argentina es ponerse de acuerdo en cuatro o cinco cuestiones básicas. Ese acuerdo tiene que nacer de la predisposición de dirigentes que sabiéndose distintos encuentran puntos de acuerdo”, consideró el edil rosarino.
Y concluyó: “Apuesto permanentemente a un diálogo sincero. Que lo que diga en privado, lo pueda sostener en público y que aquello que sostenga en público, lo mantenga sin estar pensando si te acerca o te aleja de un resultado electoral. Eso tiene que ver con nuevos liderazgos, con dirigentes de futuro, con una renovación profunda de la política argentina en un contexto de crisis de representatividad”.
A nivel local
Consultado por CLG sobre cómo está el panorama de Juntos por el Cambio en la provincia, López Molina dijo con seguridad: “Estamos en el mismo proceso que a nivel nacional”. “Me anoto en el equipo de los dirigentes que en este contexto no la jueguen de opositores rabiosos simplemente para apelar a los sentimientos más negativos. Nada sale si uno apela a la angustia, al miedo o al temor. Los dirigentes tenemos que despertar las fibras positivas que han quedado nubladas por un año pésimo, pero que siguen estando allí. En Juntos por el Cambio también se da esa discusión”.
La idea del concejal es “frente a cada desafío de la agenda pública, ofrecer una propuesta”. En el territorio santafesino, se refirió a la crisis de inseguridad, frente a la que propusieron un “refuerzo de las fuerzas federales” y criticaron que “el envío de 3.000 millones pesos y algunas fuerzas federales es insuficiente para Santa Fe”.
“Ese tiene que ser el espíritu, un espíritu sincero de aportar frente a gestiones que tienen enormes desafíos, con restricciones presupuestarias”, afirmó en referencia a los gobiernos de Omar Perotti a nivel provincial y de Pablo Javkin en Rosario.
Respecto a la ciudad, López Molina la ve con dificultades lógicas del momento, “con enormes restricciones presupuestarias y un déficit arrastrado de la anterior gestión socialista, que en una pandemia se profundiza y teniendo que responder con muchas competencias, pero con pocas herramientas a la crisis de inseguridad y narcotráfico”.
“Nosotros siempre hemos tratado de ayudar, de colaborar. Tenemos diferencias con el actual intendente, de hecho fuimos a competir juntos. Él salió elegido y es una responsabilidad nuestra en este escenario de dificultades tratar de acompañar, sin perder nuestra identidad. Es un momento para reflexionar lo que se hizo mal y lo que se hizo bien en estos últimos años en Rosario”, añadió.
“La gestión de la provincia es un poco más complicada, porque ahí sí hay herramientas de poder hacerse cargo con decisión. Noto una gestión que todavía no le imprime el ritmo y la velocidad que un año como este necesita. Yo esperaba mucho más a esta altura. No niego que la crisis de seguridad y de narcocriminalidad no es un fenómeno actual, es el resultado de doce años de un fracaso de la política de seguridad socialista. Pero hay otras áreas en las que uno pretende un liderazgo y una autoridad mayor a la hora de dar las discusiones y si hay responsables, que no se quieren hacer cargo, decirlo. Falta una mayor autoridad a la hora de encarar las ideas”, finalizó.