La carrera por la intendencia de cara a las Paso comenzó con todo. Con las listas cerradas hace días y las precandidaturas confirmadas, los protagonistas se lanzan a por las elecciones con críticas y defensas por igual. Muchos de ellos aprovecharon la apertura de las sesiones ordinarias del Concejo para hablar sobre el panorama electoral rosarino.
Uno de ellos fue el concejal por Cambiemos, Rodrigo López Molina. La principal cara del partido de Mauricio Macri en Rosario es precandidato a intendente, pero su lugar en las urnas dio mucha tela para cortar durante enero, cuando aparecieron varias dudas.
Desde 2018 parecía algo seguro que López Molina iba a ser el candidato de Cambiemos en la ciudad, pero llegó 2019, los días pasaban, y Roy no se mostraba públicamente. Los rumores eran que necesitaba mayores garantías por parte de la cúpula nacional del partido para confirmar su precandidatura. Finalmente, sobre el fin del plazo para el cierre de listas, el edil rosarino confirmó su lugar en las elecciones.
Este jueves, tras el discurso de Mónica Fein en la apertura de las sesiones ordinarias del Concejo, CLG dialogó con López Molina, quien se refirió a su aparente indecisión durante enero: «Especularon otros. La prensa y los periodistas. Y eso es sano, pero sabemos que ser candidato a intendente de Rosario requiere de una responsabilidad, madurez y seriedad enorme». Y agregó: «Por eso decidimos no ir anunciando esto como si fuese una serie por temporadas y lo anunciamos cuando habíamos tomado la decisión definitiva de competir por la intendencia«.
«Mantuvimos una actitud que tenía que ver con comunicarle al rosarino que estábamos en carrera para gobernar Rosario a partir del 10 de diciembre, cuando habíamos tomado esa decisión. Todo lo demás fue un tiempo de reflexión, de armar equipos y de generar respuestas«, explicó.
Por otra parte, se refirió a las sesiones venideras y a la influencia que puede tener el marco eleccionario en ellas: «Espero que no tengamos un clima caldeado. Puede haber debates calientes porque los argentinos debatimos así, pero mientras se respeten los límites de la ética, del diálogo, del consenso y de la no agresión, bienvenido sea el debate». Y añadió: «Espero que no se utilice este recinto para hacer política electoral. Que esto no se transforme en una barricada electoral en la que todo el mundo viene a decir lo que cree«.
Además, habló sobre el panorama a nivel nacional y la polarización entre Cambiemos y el peronismo: «No creo en las grietas, pero es verdad que dejamos atrás doce años de un kirchnerismo que nos iba a llevar camino a Venezuela. Dejamos un populismo que no resistía ningún análisis, con un déficit fiscal galopante, con una inflación acumulada enorme, con tarifas irreales, sin crédito internacional y financiándonos con la maquinita del Banco Central. Es verdad que los argentinos elegimos otro camino».
Y concluyó: «En Rosario la grieta pasa por si tenés cloacas o no, si tenés pavimento o no, si el transporte llega a horario o te deja pagando en una esquina y llegás tarde a tu trabajo. Esa es la verdadera grieta que pretendemos cerrar, y no con discursos, sino gestionando, con obras y con proyectos. Ese es el desafío que tenemos de cara al futuro».
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