Este domingo se jugará el encuentro más esperado del año, pero por el momento se habla de incidentes con pintadas y custodia de policías a los clubes
En Rosario se habla más del clásico del domingo entre Newell’s y Central en el estadio del Parque Independencia que del juicio por los ataques de «Los Monos», que comenzó hoy en el Centro de Justicia Penal, del barrio Hospitales, al que volvieron a balear anteanoche.
El barrio Hospitales amaneció custodiado por policías provinciales armados hasta los dientes y el vecino Tablada vigilado por policías federales, aunque casi todos los hinchas hablan del clásico del domingo.
«Espero que Merlos tenga un buen arbitraje. Consensué que sea el árbitro, como hago o trato de hacer siempre desde 2014, que me encargo de ese tema», declaró el vicepresidente primero de Central, Ricardo Carloni, quien en las últimas horas fue amenazado por algunos hinchas canallas en las redes sociales.
El martes, en San Pablo, luego de que Central quedó eliminado contra Bragantino de Brasil a pesar de haber convertido dos goles a través de Marco Ruben -uno anulado por el VAR y el otro por una supuesta infracción- el capitán canalla Emiliano Vecchio declaró: «Venimos sufriendo con los arbitrajes y no nos gusta la designación del árbitro del clásico».
Y anoche Vecchio anunció que el domingo le dejará la cinta de capitán a Marco Ruben para evitar dialogar con Merlos, con quien protagonizara aquella recordada discusión «de los 20 palos verdes» cuando Central venció 2 a 1 a Argentinos Juniors en el Gigante de Arroyito, por la Copa de la Liga Profesional.
Andrés Merlos dirigió el último clásico con hinchas cuando Central y Newell’s empataron en un gol en el Gigante de Arroyito, con tantos de Cristian Lema de cabeza y de Claudio Riaño de emboquillada, en el que los rojinegros pidieron dos penales a Alexis Rodríguez, en un cierre de Emanuel Brítez sobre la raya de fondo y en una salida de Jeremías Ledesma con los puños.
A pesar de la prohibición del decreto provincial que impide las concentraciones a raíz de la pandemia de Covid-19, varios centenares de simpatizantes de Newell’s se autoconvocaron por las redes sociales y se juntaron anoche en el Rosedal del Parque Independencia, cercano al estadio Coloso Bielsa, donde desarrollaron el ritual del «banderazo», que hacen el jueves previo a cada clásico.
«A ellos los dejaron juntarse y a nosotros no», se quejaron algunos hinchas de Newell’s con la policía, que había vallado el estadio rojinegro y no había hecho lo mismo el lunes, cuando varios centenares de hinchas canallas invadieron el Aeropuerto Islas Malvinas para saludar a sus jugadores, que viajaron a jugar a Brasil.
El Gobierno provincial cerró desde ayer todas las sedes y subsedes de Central y Newell’s en la ciudad y en el Gran Rosario, con el objetivo de evitar la concentración de hinchas y de posibles incidentes.
Como en cada clásico rosarino, hubo algunos ataques violentos: anteanoche hinchas canallas quemaron neumáticos delante de un dibujo de Marcelo Bielsa, pintado en un tapial de Zeballos al 1500, en barrio Parque, a sólo cuatro cuadras del estadio que lleva su nombre, en el Parque Independencia.
También este viernes un mural azul y amarillo en el barrio de Arroyito amaneció vandalizado. Sucedió en Avellaneda al 300 bis y luego de que el jueves amaneciera de igual manera una pintada de Newell’s en Montevideo y Callao.
A su vez, la tienda oficial de Newell’s ubicada en Mendoza y Matienzo también este viernes fue encontrada con su frente quemado. Según las primeras informaciones, incendiaron neumáticos en la vereda que alcanzaron la persiana del local.
Y el otro sábado desconocidos apedrearon el frente de una tienda de Newell’s lindera a un comercio del vicepresidente rojinegro Cristian D’Amico, en la avenida Santa Martín al 4800, en el sur de la ciudad.
Justamente Newell’s se jugará el domingo una gran parte del futuro, que se definirá en las elecciones del 19 de septiembre, en las que el resultado del clásico aparece como determinante para las aspiraciones del oficialismo con Cristian D’Amico y de la oposición, con el ex médico rojinegro Ignacio Astore, el ex secretario del club Juan José Concina -si es autorizado a participar por la Justicia- y el también ex secretario ñulista Ariel Moresco.
Newell’s, que está noveno con diez puntos, ganó sus tres partidos de local, con ocho goles a favor y cuatro en contra, y apuesta al antecedente lejano del «Negro» Gamboa, el último técnico con el que ganó un clásico de local, hace 13 años.
Y Central, que está último con Vélez, con 3 puntos y viene de perder seis partidos seguidos -cuatro por el torneo y los dos con Bragantino por la Sudamericana-, se apoya en su supremacía de los últimos años, en los que le lleva una diferencia de 16 clásicos ganados, el último por 3 a 0, con este equipo del «Kily» González.
Lo que queda en claro es que Rosario ya entró en clima de clásico. Con algunos incidentes en la previa pero con los hinchas esperando por un partido que divide a la ciudad.