Más de una década de acciones solidarias y transformadoras en esta ONG que deja su huella en la comunidad y continúa brindando esperanza a quienes más lo necesitan. CLG dialogó con Jorgelina de la Torre, referente de la entidad
Por Gonzalo Santamaría – CLG
«Yo creo que nosotros ni pensamos esto. Los que fuimos el grupo promotor no teníamos idea lo que podíamos llegar a ser, era sólo poder ayudar, poder comprometerse y contagiar cada uno desde su lugar, este espíritu o locura, solidaria», contó ante CLG Jorgelina De La Torre, referente de Rosario Solidaria, al recordar los inicios de la ONG que el pasado 9 de junio cumplió 12 años.
A lo largo de estos años, Rosario Solidaria logró construir una red de apoyo y solidaridad en Rosario. Jorgelina menciona que «se fue contagiando, pasaron doce años y todas las cosas que atravesamos, que se hicieron, que construimos, que lloramos, forjamos esto desde la energía que se arma. Apoyados por la red de otras organizaciones y también del voluntariado propio».
La labor de Rosario Solidaria dejó una huella profunda en la comunidad. Jorgelina se siente orgullosa de la ciudad y destaca la impronta de poder mirar al otro y brindar apoyo. «Creo que eso no lo tenemos que perder nunca», afirmó con convicción. A pesar de los momentos difíciles que atraviesa la ciudad, Jorgelina recuerda que hace diez años, durante la peor tragedia que enfrentaron, la solidaridad y la unión fueron fundamentales para seguir adelante.
𝑵𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒐𝒔 𝒑𝒓𝒊𝒎𝒆𝒓𝒐𝒔 12 𝒂𝒏̃𝒐𝒔!
¡Gracias x ser parte, x estar cerquita, x confiar en nosotros, x brindar tu espacio, x darnos una oportunidad, x escucharnos, x comprender nuestro compromiso, x sumarte, x animarte, x construir juntos, x soñar entre todos! (Sigue) pic.twitter.com/rH44gmkRNy— 𝘙𝘰𝘴𝘢𝘳𝘪𝘰 𝘚𝘰𝘭𝘪𝘥𝘢𝘳𝘪𝘢 (@RosSolidaria) June 9, 2023
Durante la entrevista con CLG, Jorgelina reflexionó sobre los momentos que marcaron su compromiso con la solidaridad en la comunidad. Recuerda en especial la experiencia de Salta 2141, hace diez años, donde «nos dejó una huella de dos partes. Yo creo que ahí fue el momento donde tomamos conciencia de lo que es la solidaridad y que nosotros estábamos ahí para ser el canal para poder llevarlo a cabo».
Uno de los momentos más impactantes para Jorgelina se dio en la colecta realizada en 2011 para ayudar a las ciudades afectadas por las cenizas del volcán Puyehue. Y fue cuando una mujer se acercó con una bolsita de saquitos de té y expresó: «Yo hoy puedo estar sin tomar, pero la gente del sur, con todo lo que ha pasado, necesita algo calentito». Este gesto sencillo, pero lleno de generosidad le enseñó “el valor de un abrazo” y la importancia de brindar apoyo a aquellos que más lo necesitan.
A medida que la organización crecía, Jorgelina y su equipo comprendieron que la solidaridad va más allá de las fronteras familiares. Aprendieron a abrazar a las personas que encontraban en su camino y transmitirles esa calidez humana.
Hoy en día, Rosario Solidaria enfrenta desafíos debido a la situación social y económica, lo que ha llevado a una disminución en la cantidad de voluntarios. Sin embargo, Jorgelina destacó que el grupo sigue adelante con proyectos y con la alegría de hacer algo por los demás. Enfatizó en el proyecto de Desayunos Solidarios, que se realiza de lunes a sábados en el centro de la ciudad, donde «nosotros vamos y desayunamos con la gente, vamos caminando, vamos en bici». Cualquier medio es válido para ayudar.
Además, en conmemoración del Día Mundial del Donante de Sangre, Rosario Solidaria está organizando una mega jornada junto a otras organizaciones y servicios el próximo miércoles 14 de junio. Jorgelina invita a todos aquellos que deseen donar sangre, diciendo: «Nos vamos a juntar en el Palacio Municipal, ahí a las 9 de la mañana vamos a estar para que puedan ir a donar sangre».
Jorgelina invitó a todos los ciudadanos a sumarse a la cultura de la Comunidad Donante y a realizar actos solidarios en beneficio de los demás. Destaca que no importa el lugar en el que uno se encuentre, ya sea en el centro o en los barrios más vulnerables, lo importante es formar esa cultura de apoyo mutuo. «No importa si es para el HPR, o el Centenario, lo que hay que formar es la cultura de la Comunidad Donante», subrayó.
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Con el paso de los años, Rosario vio crecer el número de organizaciones de la sociedad civil comprometidas con el servicio y la solidaridad. Jorgelina destaca este fenómeno y se enorgullece de la comunidad rosarina. «Realmente no pasa en otras ciudades, entonces, acá tenemos un carisma especial», comentó con admiración. Es este espíritu solidario y colaborativo el que impulsa a Rosario Solidaria a seguir adelante, dejando una huella de amor y compromiso en cada rincón de la ciudad.
Rosario Solidaria continúa su labor, llevando solidaridad y esperanza a las calles de Rosario, inspirando a otros a unirse en esta causa noble.