Referentes del sector se reunieron con Pablo Javkin y se postularon como una alternativa de alojamiento "para camioneros y viajantes". "Cumplimos medidas de higiene extremas", aseguró Fernando Solari a CLG
La cuarentena obligatoria ha paralizado a la mayoría de las actividades comerciales y muchos sectores se encuentran entre la espada y la pared por no poder trabajar. Uno de ellos es el de los hoteles alojamiento, que tienen sus puertas cerradas desde el 20 de marzo. Ahora, se postulan como una alternativa de hospedaje y están preparando un protocolo para poder ser habilitados.
El pasado miércoles referentes locales de la Federación Argentina de Alojamientos Por Horas (Fadaph) le enviaron una carta al intendente Pablo Javkin solicitándole una reunión para discutir la situación de los moteles, esgrimiendo los argumentos por los cuales consideran que son una actividad que puede ser exceptuada dentro de la cuarentena.
Efectivamente, este jueves se llevó adelante una charla virtual entre el mandatario rosarino y los moteleros de Rosario y la zona. CLG dialogó con Fernando Solari, integrante de la Cámara de Moteles de Rosario, quien dio detalles sobre la reunión que mantuvieron con Javkin y habló sobre el presente que atraviesan.
«La situación de nuestra actividad es muy crítica. Estamos cerrados desde el 20 de marzo sin facturación y no tenemos certeza de cuándo vamos a reabrir. Somos todas pymes manejadas por familias. Tenemos que seguir pagando los sueldos, servicios e impuestos, y va a llegar un momento en el que no vamos a tener la capacidad de hacerlo», explicó, preocupado.
«No vemos una perspectiva de que esto cambie en lo inmediato. La ayuda del gobierno no alcanza y todavía no está reglamentada. Puede llegar a estirar un poco la agonía, pero la deuda que uno genera el día de mañana la va a tener que pagar. Es todo una cadena», agregó Solari.
El referente de la Cámara de Moteles habló sobre la conversación que mantuvieron con Pablo Javkin: «Este jueves al mediodía estuvimos reunidos con el intendente vía Zoom, hablando sobre el petitorio que le hicimos. Nos comentó que no estamos entre las actividades que serán habilitadas el 10 de mayo, pero nos dijo que trabajemos en hacer un protocolo de funcionamiento para que el día de mañana estemos en carpeta. Estamos en eso».
«La realidad es que las características propias de nuestra actividad hacen que no haya contacto entre clientes y empleado. Después de cada servicio las sábanas se limpian, estamos acostumbrados a trabajar con protocolo de higiene porque es algo esencial de nuestro rubro», argumentó Solari.
En la carta que le enviaron al intendente, los moteleros detallan una extensa lista de razones por las cuáles consideran que pueden ser una actividad exceptuada, entre las que destacan que «no representan locales que signifiquen una reunión masiva, hay una imposibilidad de contacto entre clientes y empleados y se cumplen medidas de higiene y profilaxis extremas».
Además, destacó que la ubicación de los moteles es descentralizada, por lo que permite el alojamiento de trabajadores que tengan que recorrer largas distancias: «Nosotros brindamos un servicio de alojamiento. Al estar los hoteles cerrados, somos una opción para que los viajantes, los camioneros o cualquiera que se encuentre lejos de su domicilio se quede en nuestro establecimiento, que están preparados para eso».
«En el Gran Rosario hay aproximadamente 30 establecimientos con un promedio de entre 8 y 10 trabajadores, sumando empleo indirecto y proveedores estamos hablando de alrededor de 700 familias que dependen de la actividad», detalló.
«Le llevaremos el protocolo de funcionamiento a Javkin y tendrá que ser elevado a la provincia», concluyó Solari, con la esperanza de que su iniciativa prospere.