El secretario de Gobierno municipal, Sebastián Chale, dijo que la ciudad "necesita un marco institucional propio para tomar decisiones con más cercanía"
La ciudad de Rosario abrió formalmente el debate por su autonomía municipal, un reclamo histórico que busca dotarla de mayores herramientas para definir su modelo de gobierno, ordenar el territorio y mejorar la calidad de los servicios. El proceso avanza en paralelo con la discusión de una posible reforma constitucional en la provincia de Santa Fe.
“Rosario necesita un marco institucional propio para tomar decisiones con más cercanía, sin depender de marcos provinciales pensados para realidades diferentes”, aseguró Sebastián Chale, secretario de Gobierno municipal, en declaraciones a Cadena 3 Rosario.
Según explicó el funcionario, el objetivo es que la ciudad pueda sancionar su Carta Orgánica, es decir, su propia constitución local. “Eso nos permitiría repensar el sistema político e institucional. Rosario podría, por ejemplo, tener un viceintendente o evitar elecciones intermedias que hoy generan un desgaste innecesario”, detalló.
Uno de los puntos clave del proyecto es que no contempla la creación de nuevos tributos. “La autonomía no implica subir impuestos. Todo lo contrario: vamos a incorporar una cláusula de estabilidad fiscal. El problema de fondo es la distribución de los recursos ya existentes, no la falta de impuestos”, remarcó Chale.
En cuanto a la seguridad, descartó la idea de crear una policía municipal: “Las experiencias en ese sentido fracasaron. Fragmentar la fuerza policial genera corrupción. Nosotros apostamos a mejorar la coordinación tecnológica, el monitoreo y el trabajo articulado con Provincia y el Ministerio Público”.
Finalmente, Chale enfatizó que el proceso debe pensarse en clave metropolitana. “Rosario no está sola. Necesitamos estándares comunes para el transporte, la recolección de residuos, el desarrollo urbano. La autonomía también es una oportunidad para proyectar una región más integrada”, sostuvo.
El debate sobre la autonomía municipal de Rosario está en marcha. El desafío es avanzar hacia un modelo institucional más moderno, eficaz y representativo, que respete la identidad local y potencie las capacidades de la ciudad sin aumentar la presión fiscal sobre los vecinos.
