Por Fernando Cesaretti para CLG
“Llegaron de Italia, tenían veinte años, con un hijo en brazos por toda fortuna”.
En 1925, un cuarto de siglo después de migrar a Rosario desde el pueblo siciliano de Castronovo, Antonia Iandolino y Giuseppe Billoni se retratan junto a sus doce hijos con el marco escenográfico usual a los estudios fotográficos de la época. La familia habita por entonces en la casa tipo chorizo que con esfuerzo han levantado en un solar de la zona de San Juan y Ovidio Lagos.
Una historia similar a la de tantos inmigrantes que pasaron de la tercera del vapor de ultramar en que arribaron, a la inicial pieza de conventillo y con el tiempo a la casita construida de a poco y por partes, en el lote comprado a plazos.
Imagen socializada por su bisnieta, Mónica Billoni.