Para CLG por Fernando Cesaretti
Para CLG por Fernando Cesaretti
Luis Cándido Carballo fue intendente de Rosario entre 1958 y 1962. Impuso a su gestión un dinamismo no exento de teatralidad política y de cierta eficiencia con rasgos autoritarios que perdura en el imaginario colectivo al punto que aun es posible escuchar la frase: “Aquí hace falta un Carballo que venga con la topadora”.
Una de sus iniciativas, que le ganó el mote de “Placita”, fue la de transformar muchos baldíos en ámbitos lúdicos para la infancia, al desmalezarlos, parquizarlos y dotarlos de aparatos de juego simples y resistentes. En la imagen vemos a pibes de clase trabajadora de Fisherton Sur fotografiados en uno de esos tantos toboganes en los años 60.