A principios de los años cuarenta, Benito Quinquela Martín visitó la escuela pública Nº 69 Gabriel Carrasco de barrio Alberdi. Allí dio a los alumnos una charla sobre la pintura como espacio de creación y libertad.
Había sido invitado por su directora, Olga Cossettini, a quien puede verse en el centro de la imagen, con sombrero en la mano. La primera desde la izquierda era su hermana Leticia, también docente de ideas avanzadas. En esos tiempos el nacionalismo católico dictaba las políticas educativas, y sus poderosos representantes en lo más alto de la estructura del Estado no veían con buenos ojos estas experiencias. Finalmente lograron su objetivo: en 1950 Olga y Leticia Cossettini, fueron expulsadas con violencia de la Carrasco y cesanteadas; acusadas de “comunistas”, dejando de existir el experimento pedagógico de la Escuela Serena.