Por Fernando Cesaretti para CLG
Habitúes de “La Salamanca”, peña que desde 1983 a 1986 existió en calle Mendoza entre Laprida y Buenos Aires.
Uno de los varios reductos noctámbulos similares que en esa década congregaban a un público joven, mayoritariamente universitario, algunos rosarinos y otros estudiantes llegados a la ciudad desde diversas geografías.
Los entrerrianos y uruguayos se hacían notar con contertulios de esas rústicas mesas como el «alemán» Hartmann, alumno de arquitectura en la UNR y líder de otro sitio bohemio de entonces, un poco pensión y un mucho refugio de rondas de mate, asado a toda hora y filosóficas charlas en bien libadas madrugadas: la «Cegeté Catamarca»; o el «perro» Méndez, definitivamente incorporado como músico y docente a la cultura de Rosario.
Lugares donde a precios módicos se podía consumir vino y empanadas escuchando folclore, las canciones de Silvio o de la Trova, y si los astros eran propicios salir en buena compañía a terminar bien la noche.